La Navidad de los Sueños
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En un pequeño pueblo lleno de luces brillantes y decoraciones coloridas, se acercaba la Navidad. Todos los habitantes estaban emocionados por las festividades que se avecinaban.
Página 2:
En una acogedora casita, vivía una niña llamada Lila. Lila amaba la Navidad más que nada en el mundo.
"¡No puedo esperar para decorar el árbol!" - decía con su sonrisa radiante.
Página 3:
Pero este año, Lila notaba que su mejor amigo, Tomás, no estaba tan emocionado como ella.
"¿Qué te pasa, Tomás?" - preguntó Lila.
"No sé, Lila. No me siento muy navideño..." - respondió él, mirando por la ventana.
Página 4:
Lila se preocupó y decidió que debía ayudarlo. Recordó las historias sobre el espíritu navideño que su abuela le había contado.
"¡Vamos a hacer algo especial para que vuelvas a sentir la alegría de la Navidad!" - sugirió.
Página 5:
Ambos amigos se pusieron manos a la obra. Hicieron tarjetas llenas de buenos deseos, y las decoraron con purpurina, dibujos y colores brillantes.
"¿A quién se las vamos a dar?" - preguntó Tomás.
"¡A nuestros vecinos!" - respondió Lila con entusiasmo.
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Salieron a la calle y comenzaron a repartir las tarjetas. Cada vecino que recibía una tarjeta sonreía, y eso hacía que Tomás se sintiera un poco mejor.
"Mirá, Lila, ¡les encanta!" - dijo mientras observaba las sonrisas en los rostros de la gente.
Página 7:
De repente, se dieron cuenta de que había un vecino que siempre parecía triste: el anciano Don Manuel, que vivía solo.
"Vamos a visitar a Don Manuel también" - dijo Lila.
Página 8:
Cuando llegaron a la puerta de Don Manuel, este los recibió con sorpresa.
"¡Qué bonita sorpresa!" - dijo él sonriendo.
"Le trajimos una tarjeta navideña, ¡y también un poco de música!" - dijo Lila.
Página 9:
Lila y Tomás comenzaron a cantar villancicos, y pronto Don Manuel se unió. Su risa resonó por todo el vecindario, llenando el aire de alegría.
"¡Esto es increíble! La Navidad está en el aire" - exclamó Tomás.
Página 10:
Después de pasar la tarde con Don Manuel, Tomás se sintió lleno de felicidad.
"Gracias, Lila, nunca pensé que repartir alegría sería tan divertido. La Navidad no es solo para recibir, ¡sino para compartir!" - dijo con una gran sonrisa.
Y así, la Navidad llegó a cada rincón del pueblo, a través de la alegría, el amor y la amistad que los niños compartieron.
FIN.