La nena de la capa roja y su amiga la sobra lilia
Había una vez en un hermoso bosque, una nena llamada Rosita que siempre llevaba puesta una capa roja como la sangre. A Rosita le encantaba pasear por el bosque y así lo hacía todos los días.
Un día, mientras caminaba por el bosque, se encontró con una sombra muy peculiar. Era una sombra muy pequeña y de color lila. - Hola, ¿quién eres tú? - preguntó Rosita sorprendida.
- Soy Lilia, la sobra lila, ¡mucho gusto! - respondió la sombra con una voz brillante. Rosita y Lilia se hicieron muy amigas y juntas emprendieron muchas aventuras en el bosque. Un día, mientras exploraban un rincón desconocido del bosque, se encontraron con un problema.
Un árbol muy grande había caído y bloqueaba el camino hacia su casa. - ¡Qué vamos a hacer, Lilia! No podemos pasar por aquí y pronto se hará de noche - exclamó angustiada Rosita.
Lilia la sobra lila no se amilanó y le dijo a Rosita: - Tranquila, amiga, juntas podemos resolver esto. ¿Recuerdas el truco del arcoíris que aprendimos? Rosita recordó el truco que Lilia le había enseñado: al juntar sus manos y hacerlas girar rápido, creaban un arcoíris que les ayudaba a iluminar caminos oscuros.
Sin dudarlo, ambas tomaron de la mano y comenzaron a girar. Un arcoíris gigante apareció ante sus ojos, iluminando el camino y mostrándoles una nueva ruta para llegar a casa.
Desde ese día, Rosita y Lilia siguieron explorando el bosque y ayudando a resolver problemas utilizando su imaginación, amistad y la magia del arcoíris. Siempre recordaron que juntas podían superar cualquier obstáculo.
Y así, la nena de la capa roja y su amiga la sobra lilia vivieron felices para siempre, siempre con el arcoíris en sus corazones.
FIN.