La nena glotona

Había una vez una nena llamada Maia, a quien le encantaba comer. No importaba si era dulce o salado, ella disfrutaba cada bocado como si fuera un tesoro.

Un día, Maia se dio cuenta de que su pasión por la comida estaba causando problemas. Sus amigos se burlaban de ella y los adultos le decían que debía cuidar su salud. A pesar de esto, Maia no pudo resistirse a seguir devorando todo lo que encontraba a su paso.

Un buen día, su abuelita le contó la historia de un pueblo lejano donde la comida no era solo para satisfacer el hambre, sino también para un propósito especial. Inspirada por esta historia, Maia decidió buscar ese lugar mágico.

En su viaje, conoció a personas que le enseñaron sobre la importancia de equilibrar la comida y cómo disfrutarla con responsabilidad. Finalmente, llegó al pueblo mágico y descubrió que la comida no solo se disfrutaba con el estómago, sino también con el corazón.

A partir de ese momento, Maia aprendió a apreciar cada bocado y a compartir su pasión de manera saludable con los demás.