La niña Ana y su pelota



Ana era una niña muy activa y alegre que vivía en un pequeño pueblo. Su pasión era jugar al fútbol, pero no tenía con quien practicar. Un día, mientras caminaba por el parque, encontró una vieja pelota abandonada.

La agarró y decidió llevarla a casa para arreglarla. Con mucho entusiasmo, Ana cosió los agujeros y le puso un poco de aire. La pelota quedó como nueva y Ana estaba feliz.

A partir de ese día, Ana practicaba fútbol todos los días en el parque, sola pero feliz. Un día, mientras jugaba, un niño del pueblo se acercó y le pidió unirse a ella. Juntos jugaron y se divirtieron mucho.

Ana descubrió que la pelota no sólo le había regalado diversión, sino también un nuevo amigo. A partir de ese día, Ana y su nuevo amigo jugaron al fútbol juntos todos los días. La pelota había sido el regalo que le permitió compartir su pasión con otros y encontrar la amistad.

FIN.

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