La Niña Atrapada en un Sueño
Érase una vez en un pequeño pueblo, una niña llamada Sofía que adoraba soñar. Todos los días, cuando se iba a dormir, su mente volaba a tierras mágicas llenas de colores, risas y aventuras. Sin embargo, una noche, algo extraño sucedió. Sofía se encontró atrapada en su propio sueño, en un mundo donde todo era maravilloso pero también un poco confuso.
Cuando Sofía se dio cuenta de que no podía despertar, empezó a sentir miedo. "¿Dónde estoy?"- preguntó asustada, mirando a su alrededor. "Estás en el País de los Sueños, donde todo es posible, Sofía"- respondió un pequeño conejito de pelaje suave y blanco que apareció de repente. "Pero, ¿cómo vuelvo a casa?"- inquirió Sofía, con voz temblorosa.
El conejito, que se llamaba Nube, dijo:"Para despertar, deberás encontrar la llave dorada que abre la puerta de los sueños. Es un objeto muy especial que se encuentra en el Bosque de los Susurros"-.
Sin dudarlo, Sofía decidió ir en busca de la llave. A medida que caminaba, su corazón latía con fuerza; había tantos caminos y cada uno prometía una nueva aventura. En su camino se encontró con un grupo de mariposas.
"¿Podemos ayudarte, Sofía?"- preguntó una de ellas que emitía un brillo dorado.
"Sí, estoy buscando la llave dorada para volver a casa"- respondió Sofía.
Las mariposas, emocionadas, se pusieron a su alrededor. "Te guiaré. Pero primero, debes aprender a ser valiente. A veces el miedo nos detiene, pero si te enfrentas a él, podrás lograr cualquier cosa"- dijo la mariposa dorada. Sofía asintió, sintiendo el poder de sus palabras.
Continuando su recorrido, Sofía llegó al Bosque de los Susurros, un lugar oscuro pero lleno de luces brillantes. A lo lejos, oyó risas y cantos. Siguiendo los sonidos, llegó a una fiesta que parecía de ensueño. Había duendes danzando, luciérnagas brillando y un gran árbol que hablaba.
"Hola, pequeña. ¿Qué te trae por aquí?"- preguntó el árbol con voz profunda.
"Busco la llave dorada para volver a casa"- le contestó Sofía.
El árbol sonrió. "Para encontrarla, debes contarme algo que hayas aprendido hoy. Cada aventura es valiosa y las lecciones son las que nos hacen crecer"-.
Sofía pensó por un momento. "Hoy aprendí que ser valiente no significa no tener miedo, sino enfrentarlo y seguir adelante"- dijo con firmeza. El árbol asintió, y de repente, un resplandor dorado surgió de sus ramas, revelando la llave dorada.
"La has encontrado, niña valiente. Tómala y usa tu nueva lección para abrir la puerta de los sueños"- le dijo el árbol. Sofía, llena de alegría, tomó la llave con cuidado. "Gracias, ahora podré volver a casa"-.
Corrió hacia la puerta de los sueños que apareció justo frente a ella. Con su corazón latiendo rápidamente, usó la llave y, al girarla, la puerta se abrió. Sofía sintió un viento suave que la envolvía, llevándola de vuelta a su cama.
Despertó con una sonrisa, sabiendo que aunque había estado atrapada en un sueño, también había aprendido lo importante que es ser valiente y enfrentarse a lo desconocido. Desde ese día, cada vez que soñaba, sabía que podía durar lo que quisiera, porque siempre llevaría en su corazón la lección de aquel mágico país.
El conejito Nube y las mariposas siempre estarían esperándola para nuevas aventuras, pero ahora Sofía tenía la confianza necesaria para enfrentarlas. Y así, con cada nuevo sueño, Sofía se convirtió en una niña más fuerte y decidida, lista para explorar el vasto mundo de su imaginación y compartir sus aventuras con sus amigos.
Y cuentan que, en las noches estrelladas, a veces se puede ver a una niña volar entre las estrellas con su compañerito conejito, ¡dispuesta a soñar sin límites!"No olvides nunca lo que has aprendido, Sofía. ¡La valentía siempre te guiará!"- dijo Nube una noche mientras flotaban entre las nubes.
"¡Lo prometo!"- respondió Sofía con una risa contagiosa.
Y así, cada noche, Sofía seguía soñando y descubriendo que su verdadero poder estaba dentro de ella misma.
FIN.