La niña de la belleza interior



Había una vez, en un tranquilo pueblo rodeado de montañas, una hermosa niña llamada Bella. Todos decían que era la más guapa de la región, con ojos que brillaban como dos estrellas y una sonrisa que iluminaba hasta el día más nublado. Pero Bella no solo era guapa por fuera; tenía un corazón lleno de bondad y siempre estaba dispuesta a ayudar a los demás.

Un día, mientras paseaba por el bosque, se encontró con un pequeño pajarito herido.

"¡Oh, pobrecito!" - dijo Bella, observando al pajarito. "No te preocupes, voy a ayudarte."

Bella se llevó al pajarito a su casa, donde le cuidó y lo alimentó hasta que se recuperó. El pajarito, agradecido, le dijo:

"Eres la niña más buena que he conocido. Tu belleza no solo está en tu aspecto, sino en tu corazón."

Con el tiempo, Bella se hizo conocida en su pueblo no solo por su belleza, sino también por su bondad y generosidad. Todo el mundo la saludaba, y los niños la admiraban. Sin embargo, un día, llegó al pueblo una niña nueva, llamada Clara. Clara era muy tímida y, a diferencia de Bella, no se sentía especial ni guapa.

Un día, mientras Bella jugaba con otros niños en el parque, Clara se quedó apartada, observando desde lejos.

"¿Por qué no te unes a nosotros?" - le preguntó Bella, notando su tristeza.

"No soy como ustedes. No soy bonita ni popular…" - respondió Clara, con la cabeza baja.

Bella se acercó a ella y le dijo:

"Eso no importa en absoluto. La verdadera belleza está en cómo tratamos a los demás. Vamos, únete a nosotros. Te prometo que serás bienvenida."

Clara dudó, pero finalmente se unió al grupo. Con el tiempo, fue haciendo amigos y se dio cuenta de que la belleza no era solo lo que estaba en el exterior. Los niños comenzaron a jugar juntos, y Bella se aseguró de que Clara siempre se sintiera incluida.

Sin embargo, un día, el pueblo fue invadido por un grupo de bandidos que querían robar los suministros de comida. Todos estaban asustados y no sabían qué hacer.

"Necesitamos unirnos y ser valientes" - propuso Bella, mirando a sus amigos. "No podemos dejar que nos roben."

Pero los niños estaban demasiado asustados. Clara, que había estado escuchando, se acercó y dijo:

"¡Yo puedo ayudar!" - aunque su voz temblaba, su corazón palpitaba fuerte.

"¿Tú?" - preguntó uno de los niños, sorprendido. "¿Qué puedes hacer?"

"La belleza interior no solo se trata de ser amable. A veces, tenemos que tener coraje y defender lo que amamos. Si todos estamos juntos, podemos ahuyentar a esos bandidos."

Bella miró a Clara con admiración por su valentía. "¡Tienes razón! Todos, a que vamos a defender nuestro hogar. Juntos somos más fuertes."

Los niños, inspirados por Clara y la determinación de Bella, se unieron y empezaron a pensar en un plan. Mientras tanto, el pajarito que Bella había ayudado voló sobre el pueblo y comenzó a hacer ruido, junto a otros pájaros que se unieron. Los bandidos, confundidos por el bullicio, se asustaron y decidieron marcharse.

Bella y Clara, junto al resto de los niños, celebraron su victoria.

"¡Lo logramos!" - gritó Bella, saltando de alegría.

"Juntas somos más fuertes" - dijo Clara, sonriendo."Nunca olvidaremos que la verdadera belleza radica en nuestro valor y amistad."

Desde ese día, Clara dejó de sentirse insegura sobre su apariencia, y su amistad con Bella fortaleció la idea de que lo más importante era el esplendor del corazón.

La historia de Bella y Clara se difundió por todo el pueblo, demostrando que la belleza puede brillar desde adentro y que cada uno es valioso a su manera. Así, tanto Bella como Clara aprendieron que, aunque una puede ser guapa por fuera, lo que realmente importa es ser hermosa en lo profundo de su ser.

FIN.

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