La niña de la música y el arte
Había una vez en un pequeño pueblo llamado Villa Alegre, una niña llamada Venecia. Venecia era una niña muy curiosa y siempre estaba buscando nuevas aventuras para divertirse.
Un día, mientras paseaba por el parque del pueblo, escuchó música proveniente de una casa cercana. Su curiosidad la llevó a acercarse y descubrió que dentro de la casa había un grupo de niños tocando diferentes instrumentos musicales.
Venecia se quedó fascinada con la música y decidió que quería aprender a tocar algún instrumento también. Se acercó al grupo de niños y les preguntó si podía unirse a ellos. -¡Hola! Me llamo Venecia y me encanta la música.
¿Puedo aprender a tocar un instrumento con ustedes? -dijo Venecia emocionada. Los niños se miraron entre sí y asintieron con entusiasmo.
Uno de ellos, llamado Catarina, dijo:-¡Claro que puedes unirte a nosotros! ¡Siempre es divertido tener nuevos amigos músicos! A partir de ese momento, Venecia comenzó su aventura musical junto a sus nuevos amigos. Catarina le enseñó cómo tocar el piano, Roberto le enseñó cómo tocar la guitarra y Martín le enseñó cómo tocar la batería.
Venecia practicaba todos los días después de clases y poco a poco fue mejorando en su habilidad musical. Pero no solo eso, también descubrió algo maravilloso: cuando tocaba música se sentía feliz y llena de energía.
Un día, mientras ensayaban juntos en el parque del pueblo para prepararse para un concierto, Venecia tuvo una idea brillante. -¿Qué tal si organizamos un concierto para toda Villa Alegre? -propuso Venecia emocionada. Los demás niños se miraron y sonrieron. Les parecía una idea genial. Así que comenzaron a organizar el concierto.
Diseñaron carteles, repartieron volantes y ensayaron todas las canciones con mucho entusiasmo. La noticia del concierto se corrió rápidamente por todo el pueblo y todos estaban emocionados por ver a los talentosos músicos en acción.
Finalmente, llegó el día del gran concierto. El parque estaba lleno de personas que esperaban ansiosas el inicio del espectáculo. Los niños subieron al escenario y comenzaron a tocar sus instrumentos con mucha pasión y alegría.
La música resonaba en todo el lugar y las melodías alegres hacían que todos los presentes sonrieran y bailaran al ritmo de la música. Fue un espectáculo increíblemente divertido y emocionante. Después del concierto, Venecia recibió muchos aplausos y felicitaciones por su increíble talento musical.
Pero lo más importante para ella era haber compartido su amor por la música con sus amigos y con todo Villa Alegre.
A partir de ese día, Venecia siguió tocando música, pero también descubrió otras pasiones como la pintura y la escritura. Siempre buscaba nuevas formas de expresarse creativamente e inspirar a los demás.
Y así, Venecia Catarina Musica Jugar Divertirse se convirtió en una niña llena de alegría y pasión por la vida, siempre dispuesta a explorar nuevos horizontes y compartir su amor por el arte con el mundo.
FIN.