La niña de la voz fuerte



En un pequeño pueblo de la hermosa Argentina, vivía una niña llamada Mercedes, a quien todos conocían como "La niña de la voz fuerte".

Mercedes tenía la costumbre de comunicarse con su mamá y hermanas a los gritos, sin importar la hora o el lugar. Ella pensaba que era la mejor manera de captar su atención, pero en realidad solo lograba molestarlas.

Su mamá le repetía constantemente que no era necesario gritar para ser escuchada, pero Mercedes no prestaba atención y seguía con su grito agudo y estridente. Un día, cansadas de sus gritos, su mamá y hermanas decidieron hablar con ella. "Mercedes, entiende que no necesitas gritar para que te escuchemos", le dijo su mamá con paciencia.

Pero Mercedes, enojada, no les hizo caso. Fue entonces que su mamá le propuso un desafío: debía pasar un día completo sin gritar, y si lo lograba, recibiría un premio muy especial. Decidida a ganar el premio, Mercedes aceptó el desafío.

El primer intento de Mercedes por hablar sin gritar fue cuando quiso pedirle algo a su mamá, pero por reflejo, soltó un grito. Sorprendida, se dio cuenta de que no podía controlar su voz.

Decidió buscar ayuda de una amiga muy sabia, la señora Cecilia. La señora Cecilia le enseñó a controlar su voz, a hablar más suave y a usar palabras amables para comunicarse. Mercedes practicó todos los días y poco a poco fue mejorando.

Cuando llegó el día del desafío, Mercedes estaba lista. Pasó todo el día sin emitir un solo grito, y al final del día, su mamá y hermanas la felicitaron. Como premio, su mamá le regaló un libro de historias increíbles.

Mercedes entendió que el amor y la comunicación no necesitan de gritos para ser efectivos, y desde entonces, su voz se volvió suave y amable. Todos en la casa se sentían felices y tranquilos, y Mercedes se sintió muy orgullosa de su logro.

FIN.

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