La niña de plumas, la gallina de huevos y la bruja



Había una vez en un pequeño pueblo, una niña llamada Carolina, a quien todos conocían como 'la niña de plumas' porque siempre llevaba consigo una almohada llena de suaves plumas, las cuales adoraba acariciar. Un día, mientras paseaba por el campo, se encontró con una gallina muy especial llamada Margarita. Esta gallina ponía huevos de colores brillantes, y se decía que cada huevo guardaba un poder mágico.

Carolina y Margarita se hicieron amigas y la niña ayudaba a la gallina a cuidar sus huevos. Un día, una bruja malvada llamada Malvina, que vivía en las afueras del pueblo, se enteró de la existencia de los huevos mágicos de Margarita y decidió robarlos para usar su magia con malas intenciones.

-'¡Margarita, alguien está robando tus huevos!', exclamó alarmada Carolina. Juntas, idearon un plan para detener a la bruja. Carolina usó sus habilidades para tejer una red con sus plumas, mientras que Margarita cacareaba con todas sus fuerzas para distraer a Malvina.

Mientras tanto, la bruja intentaba acercarse sigilosamente a los huevos, pero al pisar la red hecha de plumas, quedó atrapada. Carolina y Margarita aprovecharon la oportunidad para recuperar los huevos y llevarlos de vuelta a su hogar.

La valentía y astucia de la niña de plumas y la gallina de huevos lograron salvar el día, y desde entonces, su amistad se fortaleció aún más. A partir de ese día, el pueblo entero celebró a Carolina y Margarita como heroínas, y las míticas historias de sus aventuras se transmitieron de generación en generación, enseñando a todos que la verdadera amistad y el ingenio pueden vencer cualquier obstáculo.

FIN.

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