La niña del parque de diversiones

En un hermoso parque de diversiones, vivía una niña llamada Lola. A pesar de la diversión que le ofrecían los juegos y atracciones, Lola se sentía sola.

Observaba a los demás niños correr y reír juntos, y anhelaba tener amigos con quienes compartir la diversión. Un día, decidió dar el primer paso y se acercó a un grupo de niños que estaban montando en el carrusel.

Sin embargo, al intentar unirse a ellos, la miraron con indiferencia y continuaron con su juego. Lola se sintió desanimada, pero no se rindió. Decidió probar suerte en otro lugar. Caminó hacia el área de juegos y se encontró con un niño llamado Martín, que estaba construyendo un castillo de arena.

"Hola, ¿puedo ayudarte a construir tu castillo?", preguntó Lola con una sonrisa. Martín la miró con curiosidad y luego asintió. Juntos trabajaron en el castillo, riendo y compartiendo ideas. Al final, lograron construir el castillo más grande y hermoso del parque.

Martín se convirtió en el primer amigo de Lola en el parque de diversiones. A partir de ese día, Lola descubrió que la amistad no se busca desesperadamente, sino que surge de forma natural cuando compartes momentos especiales con otros.

Los dos niños disfrutaron del resto del día explorando el parque juntos, y Lola nunca volvió a sentirse sola. Descubrió que la amistad puede encontrarse en los lugares más inesperados, solo tienes que estar abierto a ella.