La niña que aprendió a escuchar




Había una vez una niña llamada Sofía, que tenía por costumbre contestar a sus padres en todo momento. "¡Sofía, es hora de ir a la escuela!" le decían sus padres. "Sí, pero no quiero ir hoy", respondía Sofía.

"Sofía, recoge tus juguetes, por favor", le pedían sus padres. "Ya lo voy a hacer, déjenme un rato más", contestaba Sofía. Sus padres estaban preocupados porque no entendían por qué Sofía siempre respondía de esa manera.

Un día, la maestra de Sofía les contó a sus padres que notaba que la niña siempre tenía algo que decir y que no escuchaba a los demás.

Sus padres se dieron cuenta de que era momento de enseñarle a Sofía la importancia de escuchar a los demás. Decidieron llevarla a un bosque mágico donde vivía un sabio búho que les ayudaría. El búho les enseñó a todos sobre la importancia de escuchar atentamente a los demás y no interrumpir.

Le pidió a Sofía que escuchara el canto de los pájaros, el murmullo del arroyo y el crujir de las hojas. Sofía finalmente entendió lo valioso que era escuchar y no solo contestar todo el tiempo.

A partir de ese día, Sofía comenzó a prestar atención a lo que decían sus padres y a escuchar a sus amigos en la escuela. Todos notaron el cambio en ella y se alegraron de que hubiera aprendido una gran lección.

Desde entonces, Sofía se convirtió en una excelente oyente y siempre tuvo en cuenta las opiniones de los demás, convirtiéndose en una persona más amorosa y comprensiva. Y colorín colorado, esta historia de Sofía ha terminado, pero recuerda siempre escuchar a los demás con atención.

FIN.

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