La niña que aprendió a obedecer

Había una vez una niña llamada Martina, a quien le encantaba hacer lo que quería, sin importar las reglas. Siempre desobedecía a sus padres y a sus maestros, causando problemas a donde quiera que iba.

Un día, Martina decidió explorar un bosque prohibido a pesar de las advertencias de sus padres. Adentrándose en el bosque, se encontró con una hada mágica que le advirtió sobre el peligro que corría. Pero, ignorando las advertencias, Martina siguió su camino y se perdió.

Desesperada, la niña desobediente recordó las palabras de la hada y se dio cuenta de que debía aprender a obedecer. Con valentía, pidió ayuda a un grupo de animales del bosque, quienes la guiaron de regreso a casa.

Desde entonces, Martina se esforzó por escuchar a sus padres y maestros, aprendiendo la importancia de seguir las reglas y cómo eso puede ayudar a evitar problemas.

La niña desobediente se convirtió en una niña responsable y respetuosa, enseñando a otros la importancia de la obediencia.