La niña que aprendió a valorar a los demás



En un pequeño pueblo de Argentina vivía Lucía, una niña de 7 años que siempre se creía mejor que los demás.

Desde el color de su cabello hasta sus habilidades en el patio de juegos, siempre pensaba que era la mejor. Un día, mientras jugaba con sus amigos, Lucía les decía constantemente que ella era la más rápida, la más lista y la mejor en todo.

Sus amigos se sentían tristes y un poco molestos con su actitud, pero no sabían qué hacer. Un día, durante la clase de ciencias, la maestra les habló sobre la importancia de valorar a los demás y trabajar en equipo.

Lucía, con su actitud altanera, no prestó mucha atención a las palabras de la maestra. Sin embargo, durante un concurso de matemáticas, Lucía se dio cuenta de que no podía resolver un problema complicado por sí sola. Sus amigos, a quienes siempre menospreciaba, se acercaron y juntos encontraron la solución.

Desde ese momento, Lucía entendió lo importante que era trabajar en equipo y valorar las habilidades de los demás. Comenzó a elogiar a sus amigos por sus logros y a pedir ayuda cuando lo necesitaba.

Con el tiempo, sus relaciones con sus amigos mejoraron y se convirtieron en un equipo fuerte y unido. Lucía aprendió a valorar a los demás, a ser humilde y a disfrutar de la compañía de sus amigos, sin importar quién fuera el mejor en algo.

Desde ese día, todos se divertían mucho más juntos, y Lucía se sentía mucho más feliz.

FIN.

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