La niña que aprendió a ver



Raquel era una niña muy inteligente, pero tenía un problema: no veía bien. Los números y las letras se le mezclaban en la pizarra y los colores parecían desvanecerse ante sus ojos.

Su mamá, preocupada por su hija, decidió llevarla al oftalmólogo. Cuando el médico les explicó que Raquel necesitaba usar lentes y quizás operarse de la vista, ella se asustó mucho.

No quería ser diferente a los demás niños de su clase y temía tener que pasar por una cirugía. "No quiero ponerme lentes ni operarme", dijo Raquel mientras lloraba. Su mamá trató de tranquilizarla y le explicó que eso era lo mejor para su salud visual. Pero Raquel seguía negándose a aceptarlo.

Un día, mientras caminaban por el parque, vieron a un grupo de niños jugando fútbol. Uno de ellos llevaba un parche en el ojo. "¿Por qué ese chico tiene un parche?", preguntó Raquel.

Su mamá le explicó que quizás tenía algún problema en el ojo y debía cubrirlo para protegerlo. Entonces, recordaron una historia que habían leído juntas sobre un pirata con un parche en el ojo.

"Mamá, ¿crees que si me pongo unos lentes voy a parecer una pirata?", preguntó Raquel con una sonrisa curiosa. Su mamá rió y le respondió que tal vez sí, pero lo más importante era poder ver bien como todos los demás niños del mundo.

Raquel comenzó a cambiar su actitud hacia la idea de usar lentes e incluso aceptó la operación. Sabía que no sería fácil, pero estaba decidida a hacer lo necesario para mejorar su vista.

Después de la cirugía, Raquel se sorprendió al ver el mundo con una nitidez que nunca había experimentado antes. Ya no tenía que esforzarse tanto para leer o distinguir los colores y se sentía más segura de sí misma.

"Mamá, gracias por ayudarme a ver mejor", dijo Raquel mientras abrazaba a su mamá. "De nada hija, siempre estaré aquí para apoyarte en todo lo que necesites", respondió su mamá con ternura. Raquel comprendió entonces que aceptar nuestras debilidades y buscar ayuda cuando la necesitamos nos hace más fuertes y valientes.

Y así siguió creciendo felizmente, descubriendo un mundo lleno de colores y aventuras nuevas cada día.

FIN.

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