La Niña que Cuidaba su Cuerpo y Protegía a sus Amigos

Había una vez en un hermoso pueblo, una niña llamada Ana. Ana tenía 5 años y le encantaba jugar con sus amigos en el parque.

Un día, Ana escuchó a su mamá hablar sobre la importancia de cuidar su cuerpo y respetar el de los demás. Esa noche, Ana le preguntó a su mamá sobre lo que había escuchado. "Mamá, ¿cómo puedo cuidar mi cuerpo y proteger el de los demás?".

Su mamá le explicó que cuidar su cuerpo significaba mantenerlo limpio y sano, pero también respetar el espacio personal de los demás y no hacerles daño. Ana quedó pensativa, y decidió que pondría en práctica lo que había aprendido.

Al día siguiente, mientras jugaba en el parque con sus amigos, Ana notó que algunos niños querían jugar a juegos inapropiados para su edad. Ella recordó lo que le había dicho su mamá y les dijo amablemente: "Chicos, no deberíamos jugar a eso, podríamos lastimarnos.

¿Qué tal si jugamos a otra cosa divertida pero segura para todos?". Los demás niños aceptaron la propuesta de Ana, y juntos buscaron un juego apropiado para su edad. Desde ese día, Ana se aseguraba de cuidar su cuerpo y proteger a sus amigos.

Pronto, los demás niños comenzaron a imitarla, creando un ambiente de respeto y cuidado mutuo en el parque. Ana se había convertido en un ejemplo para todos. Su mamá estaba muy orgullosa de ella.

Y así, Ana y sus amigos aprendieron juntos la importancia de cuidar su cuerpo y la integridad de los demás, disfrutando de juegos divertidos pero seguros para todos.