La Niña que se Perdió al Ir a la Escuela
Había una vez una niña llamada Sofi que vivía en un pintoresco barrio de una ciudad. Todos los días, Sofi se preparaba emocionada para ir a la escuela, pero un lunes, algo inusual sucedió.
Esa mañana, el sol brillaba en lo alto, y Sofi salió de su casa con su mochila rosa llena de útiles. "¡Mamá, ya voy!"- gritó mientras cerraba la puerta. Su madre le respondió desde la cocina, "Ten cuidado con el camino y no te distraigas, Sofi!"-
Sofi caminaba por su senda habitual, pero de pronto vio un grupo de mariposas que danzaban en el aire. "¡Qué hermosas!"- exclamó, y sin pensarlo, decidió seguirlas. Las mariposas la llevaron más lejos de su ruta, adentrándola en un pequeño bosque que nunca había visto.
Al darse cuenta de cuánto se había alejado, Sofi se asustó. "Oh no, ¿dónde estoy?"- murmuró. Miró a su alrededor y, aunque había sol, el camino se veía diferente. De pronto, escuchó una voz amigable.
"¡Hola!"- dijo un pequeño zorro que salía de un arbusto. "¿Te has perdido?"-
"Sí, seguí a unas mariposas y ahora no sé cómo volver a casa"- respondió Sofi, un poco nerviosa.
"No te preocupes, yo puedo ayudarte. Pero primero, déjame mostrarte un truco del bosque"- dijo el zorro con una sonrisa. Sofi lo siguió, y el zorro le enseñó a buscar el camino prestando atención a los sonidos de la naturaleza. "Escucha, si oyes a los pájaros cantar, significa que estás cerca de un camino. Y si hay silencio, es porque estamos lejos"- explicó.
Sofi se concentró y comenzó a oír el canto de los pájaros. "Eso quiere decir que estamos cerca de la salida, ¡sí!"- se emocionó. Sin embargo, había algo más que el zorro quería mostrarle. "Hay un río aquí cerca, y la forma en que fluye el agua también es una guía. Mira, si el agua va hacia la izquierda, el camino correcto está a esa dirección también"- le dijo.
Sofi observó el agua y siguió al zorro. Después de un rato, llegaron a un claro. "Mira, ahí están las flores que te gustan, y se ve un camino que lleva a tu escuela"- dijo el zorro. Sofi sonrió, pero aún estaba preocupada. "Pero, ¿y si me vuelvo a perder otra vez?"-
"Siempre recuerdas lo que aprendiste hoy. Puedes usar tus sentidos y tu corazón como brújula. Además, ser curiosa es importante, pero también lo es volver a casa a tiempo"- le aconsejó el zorro.
Sofi lo agradeció y comenzó a caminar por el camino que le indicaba el zorro. De repente, el cielo se oscureció un poco y comenzó a llover. "¡Oh no!"- pensó Sofi, "¡No puedo mojarme!"-
El zorro notó su preocupación. "¿Ves aquel árbol grande? Si te refugias ahí hasta que pase la lluvia, estarás a salvo"- le sugirió. Sofi se apresuró hacia el árbol y se refugió. Mientras esperaba a que la lluvia amainara, comenzó a pensar en lo que había aprendido:
"Seguir la curiosidad está bien, pero siempre debo ser consciente de mis alrededores y del tiempo"-.
Cuando la lluvia paró, Sofi salió de su escondite y, siguiendo lo que había aprendido, pudo escuchar nuevamente a los pájaros. "¡Ahí está el camino!"- pensó. Con determinación, siguió hacia el sonido, y después de caminar un poco más, finalmente llegó a la escuela.
Al entrar, su maestra la miró sorprendida. "Sofi, ¡pensé que te habías perdido!"-
"Tuve una pequeña aventura, pero aprendí muchas cosas"- dijo Sofi, sonriendo. "Siempre escucharé a mi corazón y a la naturaleza"- agregó.
Desde ese día, Sofi entendió que ser curiosa era una gran virtud, pero también aprendió a cuidar su camino y encontrar el equilibrio entre explorar y volver a casa. Así, todas las mañanas, ya no solo caminaba a la escuela, sino que seguía el rastro de los pájaros, las flores y las mariposas, sabiendo que siempre podría volver por el camino correcto.
FIN.