La niña y el árbol de otoño
En un pequeño pueblo rodeado de hermosos árboles, vivía una niña llamada Sofía. La casa de Sofía tenía un amplio jardín con una hermosa hamaca colgando de un frondoso árbol.
Sofía adoraba pasar las tardes balanceándose suavemente en su hamaca, sintiendo la brisa fresca en su rostro. Sin embargo, un día, notó que el árbol que sostenía su amada hamaca no lucía tan radiante como de costumbre. Las hojas estaban marchitas y el árbol parecía triste.
Sofía decidió que haría todo lo posible para ayudar a su querido amigo. -¿Qué te pasa, árbol? - preguntó Sofía con tristeza. -Creo que estoy enfermo y ya no puedo mantenerme fuerte -respondió el árbol con voz débil.
Entonces, Sofía decidió investigar cómo podía ayudar al árbol a recuperarse. Consultó libros, pidió consejos a los vecinos y cuidó con esmero al árbol, regándolo y limpiando sus hojas. Con el tiempo, el árbol comenzó a mostrar signos de mejoría.
Las hojas volvieron a brillar y el árbol se erguía con fuerza. Conmovida por la experiencia, Sofía aprendió una valiosa lección sobre la importancia de cuidar y respetar la naturaleza.
A medida que el otoño llegaba a su apogeo, Sofía y el árbol de otoño disfrutaban de alegres tardes en la hamaca, agradecidos el uno por el otro. La historia de Sofía y su amistad con el árbol pronto se hizo conocida en el pueblo, inspirando a otros a cuidar la naturaleza que los rodeaba.
FIN.