La niña y el perro del bosque

Había una vez una niña llamada Martina que le encantaba explorar el bosque cercano a su casa. Un día, mientras caminaba entre los árboles, se encontró con un perro callejero. El perro parecía perdido y asustado.

Martina se acercó lentamente y extendió su mano hacia el perro. -Hola, bonito, ¿estás perdido? -, le preguntó suavemente. El perro movió la cola con timidez y se acercó a oler la mano de la niña.

Martina supo de inmediato que tenía que ayudar al perro. Decidió llevarlo a su casa y cuidarlo hasta encontrar a su familia. Juntos, la niña y el perro caminaron de regreso a casa, donde Martina le dio de comer y un lugar cálido para dormir.

Los días pasaron y Martina se encariñó mucho con el perro. Lo llamó Toby y juntos vivieron aventuras en el bosque. Un día, mientras paseaban, se encontraron con un cartel que anunciaba a un perro perdido que coincidía con la descripción de Toby.

Martina sintió alegría al saber que Toby podría reunirse con su familia. Aunque le costó despedirse, Martina sabía que era lo correcto. Con lágrimas en los ojos, dejó a Toby en las manos de sus verdaderos dueños.

Aunque estaba triste, Martina sabía que había hecho lo correcto. Todos se despidieron con lágrimas en los ojos y Martina se fue a casa.

A pesar de extrañar a Toby, Martina sabía que había hecho algo maravilloso al ayudar a un ser querido a volver a casa. Y en su corazón, sabía que Toby siempre tendría un lugar especial. Y así, la niña y el perro del bosque encontraron la importancia de la amistad, el amor y la solidaridad.