La niña y el portal mágico



Había una vez una niña llamada Lola que vivía en un pequeño pueblo en el campo. Un día, mientras exploraba el bosque, encontró un misterioso portal escondido detrás de un árbol.

Intrigada, se acercó y descubrió que el portal estaba brillando con un resplandor mágico. Sin pensarlo dos veces, decidió pasar a través de él. Del otro lado del portal, se encontró en un mundo completamente nuevo y fascinante.

El paisaje era de colores vibrantes y las criaturas que lo habitaban eran distintas a todo lo que Lola había visto antes. - ¡Guau, qué lugar más increíble! - exclamó Lola, maravillada por lo que veía.

Una criatura llamada Deeck se acercó a ella y le explicó que aquel mundo era mágico y estaba lleno de aventuras. Deeck le dijo que estaba en un viaje para encontrar el tesoro del arcoíris y que necesitaba la ayuda de alguien valiente.

- ¿Puedo ayudarte a encontrar el tesoro del arcoíris? - preguntó Lola emocionada. - Claro que sí, pero debemos tener cuidado con los desafíos y obstáculos que encontraremos en el camino - respondió Deeck. Juntos, Lola y Deeck emprendieron su viaje, enfrentando enigmas, superando pruebas y haciendo nuevos amigos en el camino.

A medida que avanzaban, Lola aprendió lecciones valiosas sobre amistad, superación y valentía. Finalmente, después de muchas aventuras, llegaron al lugar donde se encontraba el tesoro del arcoíris.

Al abrirlo, una lluvia de colores mágicos llenó el cielo y el corazón de Lola. Con el tesoro en sus manos, Lola y Deeck regresaron al portal para despedirse. - Gracias por todo, Deeck. Nunca olvidaré esta maravillosa aventura - dijo Lola con gratitud. - Gracias a ti, Lola.

Has demostrado que la valentía y la amistad son los mayores tesoros de todos - respondió Deeck antes de desaparecer.

Cuando se encontró nuevamente en su pueblo, Lola guardó el tesoro del arcoíris en su corazón, recordando que siempre hay magia en el mundo si estamos dispuestos a buscarla.

FIN.

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