La niña y la oveja



Había una vez en un hermoso pueblo de las sierras argentinas, una niña llamada Valentina, quien tenía una conexión muy especial con los animales.

Un día, mientras paseaba por el campo, encontró una ovejita llamada Lola, que se había separado del rebaño. Valentina sabía que tenía que ayudar a la pobre oveja a encontrar su camino de regreso a casa. -¡Hola, amiguita! ¿Estás perdida? -preguntó Valentina con dulzura.

La ovejita baló lastimeramente, como si le contara a Valentina su triste historia. Valentina decidió llevar a Lola de vuelta al rebaño, pero no sabía por dónde empezar a buscar. Entonces recordó la historia que su abuelita solía contarle sobre las estrellas del cielo.

Valentina y Lola miraron al cielo y observaron las estrellas. -Según la leyenda de mi abuelita, las estrellas nos guían y nos muestran el camino a casa -dijo Valentina con certeza.

Juntas, la niña y la oveja siguieron la constelación de la Osa Mayor, que brillaba en lo alto. Después de un largo camino, avistaron al rebaño en la lejanía. -¡Mira, Lola! ¡Ya casi llegamos! -exclamó Valentina emocionada. Cuando finalmente encontraron al rebaño, la mamá oveja reconoció a Lola y corrió hacia ella llenándola de lametazos.

Valentina y la ovejita fueron recibidas con alegría por el pastor y los demás animales. Valentina se dio cuenta de que, al ayudar a Lola, había demostrado su amor y cuidado por los seres vivos.

Desde ese día, Valentina y Lola se convirtieron en amigas inseparables, compartiendo aventuras y momentos felices juntas.

FIN.

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