La nobleza de Renata


En un lejano reino de la Edad Media, había un castillo majestuoso donde reinaba el bondadoso Rey Mateo. En los jardines del castillo, justo al lado de una fuente cristalina, vivía una rana llamada Renata.

Renata era una rana muy especial, ya que tenía el don de poder hablar y entender a los humanos. Un día, mientras paseaba por los jardines del castillo, Renata escuchó a unos guardias hablando entre ellos.

"-Dicen que el Rey está triste porque no encuentra a su heredero adecuado para gobernar después de él -comentó uno de los guardias. Estas palabras resonaron en la mente de Renata, quien decidió acercarse al Rey Mateo para ofrecerle su ayuda.

"-¡Su Majestad! -exclamó la rana-. He escuchado sobre su preocupación y quiero ayudarlo a encontrar al heredero ideal. "El Rey Mateo se sorprendió al escuchar a la rana hablar y le preguntó cómo podría ella ayudarlo en esa difícil tarea.

"-Tengo un don especial que me permite ver más allá de las apariencias externas -explicó Renata-. Permítame conocer a cada uno de los posibles herederos y así podré decirle quién es el indicado.

"El Rey aceptó la propuesta de Renata y comenzaron juntos a entrevistar a todos los jóvenes nobles del reino. Sin embargo, ninguno parecía ser el indicado según la perspectiva de la astuta rana. Hasta que un día, llegó al castillo un joven campesino llamado Ramiro.

Al verlo, Renata sintió algo especial en él y decidió hablar con el Rey Mateo al respecto. "-Su Majestad -dijo la rana-, creo que Ramiro es el heredero ideal que están buscando.

"El Rey Mateo dudaba al principio, ya que Ramiro no pertenecía a la nobleza; sin embargo, decidió darle una oportunidad.

Para probar las habilidades del joven campesino, el Rey le propuso realizar tres desafíos: encontrar una flor mágica en lo más profundo del bosque encantado, rescatar a una princesa prisionera en lo alto de una torre custodiada por un dragón feroz y descifrar un acertijo ancestral grabado en una piedra antigua.

Ramiro aceptó valientemente los desafíos y con ingenio logró superar cada uno de ellos con éxito gracias a su humildad y determinación. El Rey Mateo comprendió entonces que no importa la posición social o el linaje familiar; lo importante era tener nobleza en el corazón.

Finalmente, Ramiro fue coronado como Príncipe Heredero del reino ante la alegría y gratitud tanto del Rey como de Renata. La sabia rana demostró que las apariencias pueden engañar y que nunca se debe subestimar a alguien por su origen o condición social.

Desde ese día en adelante, Renata siguió viviendo feliz junto a sus amigos en los jardines del castillo mientras enseñaba importantes lecciones sobre valores como la humildad, la valentía y la verdadera nobleza interior.

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