La Noche de la Gran Melodía en la Selva



En lo más profundo de la selva, cuando la luna de cuarto menguante iluminaba el cielo, los animales se reunieron para celebrar su amor por la música.

El mono, con su ágil destreza, tocó su tambor, marcando el ritmo para que todos los animales se unieran a la gran melodía. El jaguar entonó una canción con su flauta de bambú, mientras que el colibrí revoloteó con agilidad emitiendo dulces melodías.

La serpiente, con su suave siseo, dominó la flauta de pan, mientras que el tucán acompañó con su trompeta natural. Incluso el elefante, con su trompa, logró tocar maravillosas notas en el arpa de la selva. Un coro de grillos y ranas completó la sinfonía nocturna.

Al final, la luna, maravillada por el espectáculo, irradió una luz aún más brillante, como si estuviera aplaudiendo con su resplandor.

Los animales comprendieron que la música puede unirnos a todos, sin importar nuestras diferencias, y juraron celebrar la magia de la armonía musical todas las noches de luna menguante.

FIN.

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