La noche de la niñera sangrienta
Era una noche oscura y tenebrosa, los amigos Carlos, Paula, Jorge y Maicol decidieron tener una pijamada en una casa supuestamente embrujada. Entre risas y diversiones, de repente, oyeron un escalofriante ruido en el piso de arriba.
Decidieron subir para averiguar qué sucedía, con temor pero valentía. Al abrir la puerta de una de las habitaciones, se encontraron con una figura espeluznante: era la niñera sangrienta, una aparición terrorífica. - ¡Socorro, qué es eso! - gritó Carlos.
- ¡Tranquilos chicos, no teman! , soy la niñera sangrienta, pero no soy mala. Mi nombre es Silvia y en realidad soy una niñera encantada, no embrujada - dijo la figura misteriosa con una sonrisa. Los chicos no podían creer lo que escuchaban.
Silvia les contó que años atrás, ella cuidaba a los niños de esa casa, pero había ocurrido un accidente y ella falleció protegiéndolos. Desde entonces, su espíritu quedó atrapado en la casa.
Sin embargo, su deseo era que los niños del presente vivieran la magia de la niñez y que aprendieran lecciones valiosas. - ¿Lecciones como cuáles? - preguntó Paula, con un poco menos de miedo. - Lecciones de amistad, valentía, solidaridad y generosidad.
Estas son las lecciones que nunca caducan, nunca pasan de moda y son esenciales para la vida. A cambio de compartir estas lecciones, Silvia prometió proteger a los amigos de cualquier peligro. Juntos, pasaron una noche llena de aventuras y aprendizajes.
A la mañana siguiente, cuando despertaron, la niñera había desaparecido. Sin embargo, habían aprendido valiosas lecciones y habían enfrentado sus miedos.
Desde ese día, Carlos, Paula, Jorge y Maicol se convirtieron en amigos inseparables y valientes, recordando siempre la noche en la que conocieron a la niñera sangrienta.
FIN.