La noche de la pijamada y el misterioso accidente




Elena, Candelaria y Mateo estaban emocionados porque por fin iban a tener una pijamada juntos. Estaban planeando una noche llena de diversión, juegos y risas.

Tan pronto como terminaron de cenar, se apresuraron a preparar sus sacos de dormir en la sala de estar. "¡Vamos a jugar a la escondida!" exclamó Mateo, y todos estuvieron de acuerdo. Mientras jugaban, escucharon un ruido extraño en la cocina.

Al acercarse, descubrieron que el florero de la abuela se había caído y se había roto en mil pedazos. Todos se miraron sorprendidos, pero decidieron limpiar el desastre juntos. Mientras recogían los fragmentos, encontraron una pieza que parecía ser un antiguo amuleto. "¿Qué es esto?" preguntó Candelaria.

Decidieron guardar el objeto para investigarlo más tarde y continuaron con la pijamada. A medida que la noche avanzaba, los amigos comenzaron a experimentar sucesos extraños: luces parpadeantes, ruidos misteriosos y sombras que parecían moverse. Comenzaron a sentir miedo, pero se prometieron permanecer unidos.

Finalmente, decidieron investigar el origen del amuleto. Descubrieron que pertenecía a una leyenda sobre un espíritu que vagaba por la casa en busca de paz.

Al darse cuenta de que el espíritu solo quería ser escuchado, los niños decidieron realizar un pequeño ritual para honrarlo. Después de eso, todos los sucesos extraños cesaron y la noche terminó en risas y amistad. Aprendieron que la valentía y la solidaridad son importantes, y que a veces los misterios pueden tener soluciones pacíficas.

FIN.

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