La noche de la tormenta



Era una noche de tormenta y la pareja de esposos, Tomás y Laura, estaban cenando en su acogedor comedor. El sonido de la lluvia golpeando el techo y las ventanas creaba un ambiente muy relajante.

Pero algo preocupaba a Tomás. "Laura, ¿has visto cómo llueve afuera? Me preocupa que se inunde nuestro jardín. "- dijo Tomás con un tono preocupado. "Tranquilo amor, nuestras plantas están bien cuidadas y drenan bien el agua. Además, mañana podemos revisar todo.

"- respondió Laura tratando de calmarlo. Pero Tomás seguía inquieto. Él tenía un pequeño huerto en su jardín donde cultivaba sus propias verduras para cocinar y le preocupaba que toda esa agua dañara sus plantas.

"No sé si podré dormir tranquilo esta noche pensando en eso. "- dijo Tomás mientras dejaba su tenedor sobre el plato.

Fue entonces cuando Laura tuvo una idea:"¿Qué tal si hacemos algo divertido para distraerte? Podríamos jugar juegos de mesa o ver una película juntos. "La idea pareció funcionar pues pronto ambos estaban disfrutando de una partida de cartas. Pero cuando empezó a llover más fuerte, los cortes eléctricos comenzaron a apagar la televisión e interrumpir la partida. "Vaya... no esperábamos esto.

"- dijo Laura mientras encendía unas velas para iluminarse mejor. Fue entonces cuando escucharon unos ruidos extraños provenientes del sótano. Ambos se miraron preguntándose qué podría ser aquello. Con mucho miedo, Tomás se levantó para investigar.

Al bajar las escaleras encontró que el sótano estaba inundado con agua. "¡Laura, ven rápido! ¡El sótano está inundado!"- gritó Tomás asustado. Juntos corrieron hacia la cocina para buscar cubetas y trapeadores para empezar a sacar el agua.

Fue una tarea difícil pero poco a poco lograron vaciar todo el agua del sótano. Cuando terminaron, ambos estaban agotados pero también muy satisfechos por haber trabajado juntos y solucionado un problema.

"Bueno amor, parece que nuestra preocupación por la lluvia tenía razón de ser. "- dijo Laura sonriendo mientras abrazaba a su esposo. "Sí... pero gracias a ti pudimos resolverlo juntos. "- respondió Tomás con una gran sonrisa en su rostro.

A partir de esa noche, aprendieron que trabajar juntos como equipo era la mejor manera de enfrentar cualquier problema. Y aunque la lluvia seguía cayendo afuera, ellos sabían que podían superarlo todo si estaban juntos.

FIN.

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