La Noche de las Brujas en Casa Gato Cómoda



Era una noche oscura y misteriosa, y en un vecindario tranquilo se alzaba la peculiar Casa Gato Cómoda, un lugar donde vivía un gato llamado Tizón. Tizón era un gato curioso y juguetón, de pelaje suave y unos ojos verdes que brillaban como esmeraldas. Le encantaba explorar cada rincón de su hogar, sobre todo cuando la luna estaba llena, pues esa noche se sentía algo especial.

Aquella noche era la Noche de las Brujas, y todos los niños del barrio iban disfrazados en busca de dulces y aventuras. Tizón se asomó por la ventana mientras los pequeños corrían felices con sus trajes de fantasmas, superhéroes y brujitas.

"¿Por qué no puedo salir a jugar con ellos?" – se preguntó Tizón mientras movía su cola.

Fue entonces cuando escuchó un murmullo proveniente del ático. Con un brinco ágil, subió las escaleras, emocionado por descubrir de dónde venía ese sonido. Al abrir la puerta del ático, se encontró con una escena asombrosa: tres brujitas estaban reunidas, haciendo pociones y usando un sombrero de pico gigante.

"¡Hola, Tizón!" – dijo una de las brujitas, llamada Luna. "No tengas miedo, estamos preparando una sorpresa para esta noche."

"¡Qué emocionante! Pero, ¿por qué necesitaban un gato?" – preguntó Tizón, un poco confundido.

"Porque queremos hacer una poción que traiga alegría y felicidad a todos los que se disfrazan esta noche. Y tú, Tizón, eres el elegido para ser nuestro portador de alegría."

Tizón se sintió muy especial, y sin pensarlo dos veces, aceptó ser el ayudante de las brujitas. Sin embargo, las cosas no eran tan sencillas. Cuando comenzaron a mezclar los ingredientes, una nube de humo púrpura los envolvió, desatando un torbellino de luces y colores.

"¡Ups! Creo que nos pasamos de magia..." – exclamó la brujita Sol, mientras sus ojos se abrían como platos.

De pronto, la casa empezó a temblar, y un viento fuerte sopló por todo el lugar. Tizón, alerta, se mantuvo firme mientras las brujitas luchaban por controlar la poción. En un giro inesperado, una chispa de luz voló por la habitación y salió disparada por la ventana, llevando consigo una burbuja llena de risas.

"¡No! ¡La poción de alegría!" – gritaron las brujitas.

"¡Debemos recuperarla!" – dijo Tizón, decidido.

Con valentía, Tizón saltó fuera de la ventana y persiguió a la burbuja mágica que volaba hacia el barrio. Mientras corría por las calles, sintió la alegría que emanaba la burbuja e invitaba a los niños a unirse.

La burbuja fluyó entre los pequeños disfraces, y cada niño que la tocaba comenzaba a reír y a bailar, esparciendo sonrisas por todo el lugar.

"¡Mirá eso!" – exclamó un niño disfrazado de superhéroe. "¡Es como si un hechizo de felicidad nos hubiera encantado!"

Al ver esto, Tizón se sintió orgulloso de ser parte de la magia. Pero el viento era muy fuerte, y a lo lejos podía escuchar a las brujitas llamándolo.

"¡Tizón, vuelve!" – gritaron juntas. "¡Necesitamos tu ayuda!"

Sin dudar, Tizón regresó volando hacia la casa con la simple intención de ayudar a sus nuevas amigas. Al llegar, las brujitas le explicaron que la única forma de recuperar el control era que todos unieran su energía positiva.

"Démosle poder a la risa y a la alegría que ya hemos repartido entre los niños", sugirió Tizón, muy sabio.

Las brujitas asintieron, y al unísono, levantaron las manos mientras Tizón maullaba enérgicamente.

Con todos los niños riendo y celebrando, la burbuja comenzó a regresar lentamente, envuelta en un resplandor dorado. Al tocar el suelo, todo volvió a la calma, y la casa recuperó su tranquilidad. Las brujitas sonrieron, agradecidas por la ayuda de Tizón.

"¡Lo lograste, Tizón!" – dijo Luna emocionada. – "Tu valentía y alegría mantuvieron viva nuestra magia."

Desde aquel día, Tizón no solo se convirtió en el gato de Casa Gato Cómoda, sino también en un amigo especial de las brujitas. Cada año, durante la Noche de las Brujas, ellos planeaban juntos su gran aventura, y el espíritu de alegría nunca faltaba, porque Tizón había aprendido que la magia se encuentra en cada sonrisa compartida y en la unión de buenos amigos.

FIN.

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