La noche de los cuentos olvidados

En un pequeño pueblo escondido entre montañas, había un viejo árbol que contaba historias. Cada luna llena, los niños se reunían alrededor de su tronco añejo.

"¿Qué cuento nos contarás hoy?" - preguntó Lila, la más curiosa del grupo.

"Historias de valientes y de misterios, pero, cuidado, algunas son más reales de lo que parecen" - respondió el árbol con voz temblorosa.

El grupo se acomodó, emocionado por el relato, hasta que el árbol mencionó un cuento sobre un niño que nunca escuchó los avisos de su madre. Entonces, unos vientos helados comenzaron a soplar, y la tierra tembló.

"¡Ayuda!" - gritó Tomás, quien se había aventurado muy lejos.

El árbol, con su sabiduría, les mostró que cada historia trae consigo una lección. "Recordá siempre la importancia de escuchar a quienes te cuidan" - dijo el árbol, mientras el temor se disipaba. Desde ese día, los niños aprendieron que cada cuento era también una advertencia y que la valentía no significa no tener miedo, sino aprender de él.