La Noche de los Lobos Amables



Había una vez, en un pequeño pueblo llamado Villa Espantosa, un niño llamado Lucas. Lucas era un niño curioso y valiente que siempre estaba buscando nuevas aventuras.

Y qué mejor momento para aventurarse que en la noche de Halloween. En Villa Espantosa, Halloween era una gran celebración. Los niños se disfrazaban y recorrían las casas del vecindario en busca de golosinas. Pero este año, algo diferente iba a suceder.

Lucas había oído hablar de una antigua leyenda que decía que durante la noche de Halloween, los hombres lobo salían a pasear por el bosque cercano al pueblo. Sin pensarlo dos veces, Lucas decidió investigar si esta historia era cierta.

Con su disfraz de superhéroe puesto y una linterna en mano, Lucas se adentró en el oscuro bosque. Mientras caminaba entre los árboles altos y misteriosos, comenzó a escuchar extraños sonidos provenientes de la distancia. "¿Qué será eso?"- murmuró Lucas intrigado.

Siguiendo los sonidos, llegó a un claro donde encontró a cuatro niños asustados: Sofía vestida como bruja, Martín como vampiro, Valentina como fantasma y Marcos como zombie. "¡Hola chicos! ¿También están buscando aventuras?"- preguntó Lucas emocionado.

Los niños asintieron con entusiasmo y les contaron que habían seguido esos extraños ruidos hasta allí. Todos estaban decididos a descubrir qué estaba pasando realmente en el bosque durante la noche de Halloween. Juntos continuaron su camino hasta llegar a una cabaña abandonada.

Desde adentro se escuchaban aullidos y gemidos extraños. Con valentía, Lucas abrió la puerta y todos entraron. Dentro de la cabaña, encontraron a un hombre lobo atrapado en una red. El pobre animal estaba asustado y triste.

"¡Pobrecito! Hay que ayudarlo"- exclamó Valentina compasiva. Con trabajo en equipo, los niños lograron liberar al hombre lobo de la red. Una vez libre, el hombre lobo les explicó que él no era malo como decían las historias.

Solo quería disfrutar de la noche de Halloween como cualquier otro ser. "Gracias por salvarme. No tengo cómo agradecerles"- dijo el hombre lobo con gratitud.

Lucas sonrió y le propuso al hombre lobo unirse a su grupo para explorar el bosque juntos esa noche. El hombre lobo aceptó encantado y así comenzaron una emocionante aventura por el bosque oscuro. Mientras caminaban, compartieron risas, historias y golosinas que habían recolectado durante su recorrido por las casas del vecindario.

Al amanecer, llegó el momento de despedirse del hombre lobo. Los niños prometieron volver a visitarlo en futuras ocasiones y continuar sus aventuras juntos. Desde aquel día, Lucas y sus amigos aprendieron que no siempre lo desconocido es algo malo o peligroso.

A veces solo necesitamos acercarnos con comprensión y empatía para descubrir nuevas amistades inesperadas. Y así fue como Lucas demostró que incluso en Halloween, cuando todo puede parecer espeluznante, las aventuras pueden ser inspiradoras y educacionales. Fin.

FIN.

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