La Noche de Magia y Amistad
Había una vez una bruja buena llamada Luna, quien vivía en un bosque encantado. Luna era muy especial porque en lugar de hacer hechizos malvados, utilizaba su magia para hacer travesuras divertidas y ayudar a sus amigas.
Un día, mientras volaba en su escoba mágica por el cielo estrellado, Luna sintió un olor delicioso que venía de la casa de su amiga Conejita.
¡Eran galletitas recién horneadas! A Luna le encantaban las galletitas de avena y chocolate, así que decidió hacerle una visita sorpresa. Cuando llegó a la casa de Conejita, esta estaba muy preocupada porque no encontraba sus zanahorias favoritas para preparar más galletitas. "¡Oh no!", exclamó Conejita.
"Sin zanahorias no puedo hornear mis deliciosas galletitas". Luna sonrió y dijo: "No te preocupes, amiga Conejita. ¡Tengo un hechizo mágico que hará aparecer zanahorias frescas!".
Con un movimiento de varita mágica y algunas palabras encantadas, Luna hizo que un montón de zanahorias brotaran del suelo frente a ellas. Conejita se emocionó mucho al ver tantas zanahorias y comenzaron a recolectarlas juntas para hacer las galletitas. Mientras tanto, Luna aprovechó para probar unas cuantas zanahorias crujientes mientras esperaban que las galletitas se horneen.
Después de hornear las galletitas, el aroma dulce llenó la casa y atrajo a sus amigas Hada y Rana, quienes también se unieron a la fiesta de galletitas.
Juntas, disfrutaron de las deliciosas galletitas de avena y chocolate mientras compartían risas y cuentos. Cuando ya estaban satisfechas, Luna propuso hacer otro hechizo mágico divertido para terminar la noche con alegría.
Con un toque de su varita mágica, hizo que los muebles comenzaran a bailar al ritmo de una música encantadora. Las amigas rieron y bailaron junto a los muebles hasta que el sueño comenzó a vencerlas.
Luna sabía que era hora de irse, así que les dio un último abrazo y volvió a su hogar en el bosque encantado. A partir de ese día, Conejita, Hada y Rana siempre recordarían esa noche especial llena de magia y amistad gracias a la bruja buena Luna. Y así fue como Luna demostró que no todas las brujas son malvadas.
Ella utilizaba su magia para hacer felices a sus amigas y compartir momentos llenos de alegría.
Y cada vez que comían galletitas de avena y chocolate recordaban esa maravillosa noche en la cual descubrieron el verdadero poder del amor y la amistad.
FIN.