La Noche del Bosque



Juancito era un niño muy curioso y aventurero. Le encantaba salir a jugar al bosque con su pelota, donde siempre descubría algo nuevo. Un día, mientras jugaba, se encontró con una familia de zorros que lo saludaron amablemente.

- Hola Juancito -dijo el zorro más grande-. ¿Qué estás haciendo? - Estoy jugando con mi pelota -respondió Juancito-. ¿Y ustedes qué hacen? - Ahora estamos buscando un lugar para dormir -dijo el zorro-.

¿Sabes cómo dormimos los zorros? - No, no tengo idea -respondió Juancito curioso. Entonces el zorro le explicó que ellos cavan agujeros en la tierra para hacer sus madrigueras y ahí duermen calentitos y protegidos.

De repente apareció una familia de búhos y también saludaron a Juancito. - Hola pequeño amigo -dijo la mamá búho-. Nosotros somos nocturnos, así que ahora estamos buscando nuestro lugar para dormir. - ¡Qué interesante! -exclamó Juancito-.

¿Cómo duermen los búhos? La mamá búho le explicó que ellos tienen unos ojos grandes y unos oídos muy sensibles para poder ver y escuchar en la oscuridad.

Y cuando llega la noche se posan en las ramas de los árboles y ahí duermen tranquilamente hasta que sale el sol. Luego apareció una familia de murciélagos colgados boca abajo de unas ramas. Ellos también saludaron a Juancito y él les preguntó cómo dormían.

Los murciélagos le explicaron que ellos duermen colgados boca abajo porque así están protegidos de los depredadores. También le contaron que son animales nocturnos y que durante el día se esconden en cuevas para dormir. Juancito estaba fascinado con todo lo que estaba aprendiendo sobre cómo dormían los animales del bosque.

Pero entonces se dio cuenta de que ya era tarde y tenía que volver a su casa. - Chicos, ha sido muy divertido hablar con ustedes y aprender sobre sus formas de dormir -dijo Juancito-.

Pero ahora tengo que irme a mi casa a dormir como siempre lo hago. Y así fue, Juancito volvió a su casa y se acostó en su cama cómoda y calentita.

Antes de cerrar los ojos recordó todo lo que había aprendido ese día en el bosque y se sintió muy feliz por haber tenido una aventura tan educativa e inspiradora.

FIN.

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