La noche del susurro



Era una noche oscura y tormentosa en el pequeño pueblo de San Mateo. Los niños se reunieron en la plaza, nerviosos y emocionados, porque había llegado la noche del susurro.

"Dicen que si susurrás tus miedos a la luna, ella se los lleva para siempre"-, explicó Luisa, la más valiente del grupo. Todos se miraron con incredulidad. "Pero, ¿qué pasa si no se los lleva?"-, preguntó Tomás, temblando.

Todos empezaron a reírse, pero la risa se tornó en silencio cuando una sombra se dibujó entre los árboles. "No tengan miedo, soy solo un amigo de la luna"-, dijo la sombra, revelándose como una figura luminosa. "Los miedos no asustan, son solo historias"-, continuó.

"Hoy, si susurran, encontrarán valor en sus corazones". Los niños, tomados de la mano, se acercaron a la luna, y al susurrar sus miedos, uno a uno desaparecieron como niebla al sol.

La sombra sonrió y se desvaneció, dejando detrás un nuevo amanecer y un grupo de niños valientes.

FIN.

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