La noche mágica de Martina, Francesca y Rodrigo
Martina y Francesca eran dos niñas muy traviesas y curiosas. Siempre estaban juntas, compartiendo aventuras y risas. Un día, mientras jugaban en el parque, Francesca tuvo una idea emocionante.
"¡Martina! ¿Te gustaría venir a mi casa este fin de semana para tener una pijamada?", exclamó Francesca con entusiasmo. Martina sonrió de oreja a oreja. "¡Claro que sí! Será genial pasar la noche contigo".
El sábado por la tarde, Martina llegó a la casa de Francesca cargando su mochila llena de pijamas, cepillos de dientes y muchas golosinas deliciosas. Las niñas corrieron hacia la habitación de Francesca, donde habían preparado un campamento improvisado con sábanas y almohadas.
Ambas se pusieron sus pijamas favoritas y comenzaron a jugar a juegos de mesa mientras comían palomitas de maíz. De repente, escucharon un ruido extraño proveniente del armario. Martina miró asustada hacia el lugar del sonido. "¿Qué fue eso?", preguntó temblorosa.
Francesca no perdió su valentía e hizo una mueca divertida. "Seguro que es solo nuestra imaginación jugándonos una broma".
Sin embargo, cuando abrieron el armario para asegurarse, encontraron algo sorprendente: ¡un pequeño ratón parlante! El ratón les miró con timidez antes de decir: "-Hola chicas, me llamo Rodrigo". Las niñas se quedaron boquiabiertas ante tal descubrimiento inesperado. "-¡Un ratón parlante!", exclamó Martina emocionada.
Rodrigo asintió con la cabeza y les explicó que había sido transformado en ratón por un hechizo equivocado de su tía, una bruja aprendiz. "-Necesito encontrar a mi tía para que me devuelva a la normalidad". Francesca y Martina no dudaron ni un segundo en ayudar a Rodrigo.
Juntas idearon un plan para encontrar a la tía del ratón, usando los conocimientos adquiridos en sus aventuras previas. Recorrieron todo el vecindario buscando pistas y preguntándole a todos si habían visto a una bruja.
Al final del día, descubrieron que la tía de Rodrigo vivía en una pequeña cabaña al otro lado del bosque. Esa noche, las tres amigas se abrazaron fuertemente antes de emprender su viaje hacia la cabaña de la bruja. El camino estaba oscuro y lleno de peligros, pero juntas enfrentaron cada obstáculo valientemente.
Cuando llegaron a la cabaña, encontraron a la tía de Rodrigo preparando una poción mágica. Las niñas le explicaron lo sucedido y suplicaron que deshiciese el hechizo.
La tía miró al ratón con tristeza y remordimiento mientras decía: "-Lo siento mucho, Rodrigo. Fue un error terrible". Usando sus poderes mágicos, la tía revirtió el hechizo y Rodrigo volvió a ser un niño normal otra vez. Todos celebraron con alegría mientras se abrazaban emocionados.
Martina, Francesca y Rodrigo volvieron a casa esa noche, exhaustos pero felices. Habían demostrado que la amistad y el trabajo en equipo podían superar cualquier desafío. A partir de ese día, Martina, Francesca y Rodrigo se convirtieron en los mejores amigos inseparables.
Compartieron muchas más aventuras juntos, siempre recordando la importancia de ayudarse mutuamente y nunca dejar atrás a un amigo necesitado. Y así, su amistad siguió creciendo mientras continuaban explorando el mundo con valentía y risas interminables.
FIN.