La Noche Mágica de Scrooge
Era una fría noche de invierno cuando Scrooge, un viejo y gruñón hombre de negocios en una pequeña ciudad argentina, se encontraba sentado frente a su escritorio. Su mente estaba sumida en cuentas y números. La Navidad estaba cerca, pero a él solo le preocupaba el dinero y cuánto podía ahorrar.
De repente, un viento helado recorrió la habitación. "¿Quién anda ahí?"- gruñó Scrooge, asustado pero muy irritado. En ese instante, un suave brillo iluminó la habitación. Frente a él apareció un fantasma, con una vestimenta brillante.
"Soy el Fantasma de la Navidad Presente"-, dijo el espíritu con una sonrisa. "He venido para mostrarte lo que está sucediendo ahora, en esta época mágica del año"-.
Scrooge miró por la ventana y vio a la gente de su barrio, riéndose y disfrutando en un parque. Los niños jugaban en la nieve, y las familias compartían comidas y risas.
"¡Qué alegría!"- exclamó Scrooge sin querer. "Pero... ¿y mis negocios?"-
"Los negocios son solo una parte de la vida, Scrooge. La verdadera riqueza está en los momentos que compartimos con los demás"-, le respondió el fantasma.
Antes de que Scrooge pudiera replicar, el fantasma lo llevó a la casa de su empleado, Bob Cratchit. Allí, la familia disfrutaba de una cena modesta pero llena de amor. Pequeño Tim, el hijo enfermo de Bob, cantaba con alegría.
"Mirá, Scrooge. A veces, lo que importa no es cuánto tenemos, sino cuánto nos amamos"-, dijo el espíritu.
Scrooge sintió una punzada de tristeza. "No puedo creer que haya dejado que el dinero me haga perder esto…"-.
"Aún puedes cambiar, Scrooge. Ahora vamos a visitar al Fantasma del Pasado"-, dijo el espíritu, llevándolo a otro sitio.
A medida que viajaban, Scrooge vio escenas de su infancia. Un niño solitario sentado en una escuela vacía durante las fiestas. Era él mismo. "¿Dónde están mis amigos?"- se preguntó, con lágrimas en los ojos.
"Te olvidaste de la alegría en tu vida"-, dijo el Fantasma del Pasado, mostrando momentos felices de su juventud, como cuando disfrutaba con sus amigos y cuando se cayó enamorado.
"¿Qué me pasó?"- murmuró. El fantasma sonrió. "Te dejaste absorber por el oro y olvidaste ser feliz"-.
De golpe, la escena cambió a una fiesta de Navidad donde todos reían y compartían momentos.
"Es tiempo de volver al presente, Scrooge"-, dijo el Fantasma del Pasado.
Al volver, apareció el Fantasma del Futuro, una silueta oscura y siniestra.
"¿Qué querés de mí?"-, preguntó Scrooge temblando.
El fantasma le mostró un futuro sombrío. Un Scrooge solitario y olvidado, sin amigos ni familia, nadie asistió a su funeral. Los habitantes de la ciudad hablaban mal de él.
"¿Es este el final que quiero?"- preguntó Scrooge con lágrimas en los ojos.
El fantasma asintió. "Podés cambiar este futuro si decides abrir tu corazón"-.
Despertó en su cama, asombrado. Había una nueva luz en su corazón. Saltó de la cama y se vistió rápidamente. Salió a la calle y, con alegría, comenzó a gritar:
"¡Feliz Navidad a todos!"-
Corrió hacia la tienda de su vecino y compró un gran pavo para la familia Cratchit.
"¡Asegúrense de darle esto a Bob!"-, les dijo a los tenderos.
Se acercó a la casa de Bob y lo sorprendió. "¡Feliz Navidad, Cratchit! Quiero que todos disfruten esta comida juntos, y también ayudaré a cuidar a Tim"-.
"¡Scrooge!"- dijo Bob, asombrado. "No puedo creerlo"-.
"Creo que he aprendido que la verdadera riqueza está en el amor y la amistad"-, respondió Scrooge, con una sonrisa brillante.
Desde ese día, Scrooge se volvió un hombre generoso y querido por todos. Debido a su corazón rebosante de amor, no solo llenó su vida de alegría, sino también la de todos a su alrededor.
Y así, la ciudad nunca olvidó a Scrooge, el hombre que descubrió la magia de la Navidad.
FIN.