La nueva aventura de Caperucita en la plaza



En lo más profundo del bosque, cerca de una acogedora plaza, vivía una niña llamada Caperucita.

Un día, su mamá le pidió que llevara una canasta con merienda a su abuela, quien vivía al otro lado de la plaza, y que luego se uniera a sus amigos en la merienda que tenían planeada. Caperucita, emocionada, tomó la canasta y se dirigió a la plaza.

Mientras caminaba, el travieso lobo la observaba a lo lejos, ideando un plan para conseguir la deliciosa merienda. Al llegar a la plaza, se reunió con sus amigos y todos compartieron una alegre merienda. El lobo, disfrazado de vendedor ambulante, se acercó a Caperucita y le preguntó amablemente hacia dónde se dirigía.

"Voy a llevarle la merienda a mi abuela", respondió inocentemente Caperucita. El lobo, con astucia, le indicó un camino más largo para llegar a la casa de su abuela. Caperucita, confiando en el lobo, siguió sus indicaciones.

Mientras tanto, la mamá de Caperucita, preocupada al no verla regresar, decidió ir al jardín de infantes para buscarla. Al darse cuenta del engaño, Caperucita rápidamente corrió hacia la casa de su abuela a través del camino más corto.

Al llegar, encontró a su abuela a salvo, pero el lobo ya estaba en la casa, disfrazado de la abuela. Con valentía, Caperucita y su mamá lograron atrapar al lobo y lo entregaron a las autoridades.

Finalmente, la verdadera abuela llegó con la ayuda de los amigos de Caperucita. Todos celebraron juntos y aprendieron la importancia de no confiar en extraños, de seguir siempre el camino seguro y de estar alerta. Desde ese día, todos en la plaza se cuidaron mutuamente, recordando que juntos podían vencer cualquier peligro.

Caperucita entendió que la astucia y el engaño nunca prevalecen sobre el amor y la colaboración entre amigos y familia.

FIN.

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