La nueva pierna de Rocko



Había una vez en un pequeño pueblo llamado Villa Madera, vivía un simpático y valiente muñeco de madera llamado Rocko.

Rocko había perdido su pierna izquierda en un accidente cuando era muy pequeño, pero eso no le impedía ser feliz y disfrutar de la vida al máximo. Rocko tenía una pierna de madera que le permitía caminar y correr como todos los demás. Sin embargo, algo extraño comenzó a suceder.

La humedad del ambiente estaba afectando poco a poco su pierna de madera, haciéndola perder fuerza y volviéndola más débil cada día. Un día soleado, mientras Rocko jugaba con sus amigos en el parque, notó que su pierna ya no respondía como antes.

Se sentía inseguro y preocupado por lo que podría pasar si seguía perdiendo fuerza. Decidió hablar con su amiga Clara, una sabia tortuga que siempre tenía buenos consejos.

"Clara, estoy muy triste porque mi pierna de madera se está desgastando por culpa de la humedad", dijo Rocko con voz temblorosa. "No te preocupes, querido Rocko", respondió Clara tranquilamente. "A veces las cosas se estropean o se rompen, pero eso no significa que debas rendirte".

Clara sugirió a Rocko ir a visitar al viejo carpintero del pueblo para buscar ayuda. Juntos fueron hasta el taller del señor Carpinteriánico y le explicaron el problema que estaba enfrentando Rocko.

El señor Carpinteriánico examinó detenidamente la pierna de madera de Rocko y asintió con la cabeza. Tenía una solución en mente y prometió ayudar a su nuevo amigo. "Rocko, no te preocupes más", dijo el señor Carpinteriánico con una sonrisa amable.

"Voy a construirte una nueva pierna de madera aún mejor que la anterior". Rocko se llenó de esperanza y emoción al escuchar las palabras del carpintero. Pasaron los días y el señor Carpinteriánico trabajó arduamente para crear una hermosa pierna de madera hecha con los mejores materiales.

Cuando llegó el momento de probarla, Rocko estaba ansioso pero también emocionado por descubrir cómo se sentiría tener una nueva pierna. Se colocó su nueva prótesis y dio sus primeros pasos, sintiendo cómo la firmeza y resistencia volvían a su vida.

Desde ese día, Rocko aprendió que aunque las cosas puedan desgastarse o romperse, siempre hay alguien dispuesto a ayudarnos y brindarnos lo necesario para seguir adelante.

Con su nueva pierna de madera, Rocko volvió a disfrutar plenamente de sus actividades favoritas junto a sus amigos en Villa Madera. No dejaba que nada ni nadie lo detuviera en su camino hacia la felicidad.

Y así, queridos niños y niñas, esta historia nos enseña que nunca debemos rendirnos frente a los obstáculos que se presenten en nuestro camino. Siempre habrá personas dispuestas a tender una mano amiga y guiarnos hacia soluciones maravillosas.

FIN.

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