La obra del cambio



Había una vez, en un pequeño pueblo llamado San Sebastián, en lo que hoy conocemos como Ecuador, vivían dos mejores amigos: Mateo y Sofía. Ellos eran inseparables, siempre jugaban juntos y compartían todos sus secretos.

Un día, mientras paseaban por el parque del pueblo, escucharon a un grupo de adultos hablando sobre la independencia del país. Mateo y Sofía se acercaron para escuchar mejor y descubrieron que había una gran lucha por la libertad.

Mateo, emocionado por la idea de ser libre e independiente, le dijo a Sofía: "¡Sofía! ¿Te imaginas si lográramos ayudar a nuestro país a ser independiente? Seríamos héroes". Sofía sonrió y respondió: "¡Claro que sí! Podríamos hacer algo para contribuir.

Tal vez podamos hacer una obra de teatro sobre la historia de nuestra nación". Ambos amigos se pusieron manos a la obra inmediatamente. Pasaron días ensayando y escribiendo el guión de su obra.

Invitaron a todos los niños del pueblo para que participaran y juntos construyeron el escenario más hermoso jamás visto. Finalmente llegó el día de la presentación. El teatro estaba lleno de gente emocionada por ver lo que los niños habían preparado.

La función comenzó con Mateo interpretando al famoso líder independentista Simón Bolívar mientras Sofía representaba a Manuela Sáenz, su valiente compañera. Durante la obra, los niños narraban cómo Ecuador había sido colonizado durante muchos años y cómo sus habitantes lucharon por su libertad.

La audiencia estaba cautivada por la historia y los actores infantiles se llevaban todos los aplausos. Al final de la obra, Mateo y Sofía subieron al escenario para agradecer a todos por su presencia.

Fue en ese momento que un hombre mayor se acercó a ellos y les dijo: "Ustedes dos son verdaderos héroes. Han recordado a todos nosotros la importancia de nuestra independencia y han demostrado que incluso los más pequeños pueden hacer grandes cosas".

Mateo y Sofía sonrieron orgullosos, sabiendo que habían logrado algo importante para su país. A partir de ese día, el pueblo de San Sebastián se llenó de energía e inspiración para luchar por su libertad.

Con el tiempo, Ecuador finalmente alcanzó su independencia y Mateo y Sofía fueron reconocidos como símbolos de valentía y determinación. Desde entonces, cada año, en el pueblo de San Sebastián se celebra una gran fiesta para recordar la importancia de la independencia.

Los niños del pueblo realizan obras teatrales sobre la historia del país, inspirados por Mateo y Sofía. Y así, gracias al esfuerzo y creatividad de dos mejores amigos, Ecuador encontró su libertad.

Porque nunca hay que subestimar el poder que tienen los niños para cambiar el mundo.

FIN.

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