La Orquesta Salvaje



En lo profundo de la selva, vivía una comunidad muy especial: animales que tenían un talento único para la música.

Había un león que tocaba la guitarra con sus garras afiladas, una jirafa que tocaba el saxofón con su largo cuello, un mono que era un experto en la batería y una cotorra que cantaba como los ángeles. Un día, se dieron cuenta de que juntos podían formar una banda de música increíble.

Decidieron llamar a su banda "La Selva Sonora" y empezaron a ensayar todos los días en una clara cerca del río. Al principio, las cosas no salían tan bien.

El león tocaba muy fuerte, la jirafa se enredaba con su cuello en el saxofón, el mono no encontraba el ritmo y la cotorra desafinaba constantemente. Pero a pesar de los problemas iniciales, no se rindieron y practicaron duro para mejorar.

Con el tiempo, fueron puliendo su técnica y sonido hasta convertirse en una verdadera sensación en toda la selva. Los demás animales acudían a escuchar sus conciertos y bailaban al ritmo de su música contagiosa.

Un día, mientras ensayaban para su gran concierto anual, un grupo de cazadores furtivos llegó a la selva con intenciones maliciosas. Querían capturar a los animales para venderlos en el mercado negro. Los integrantes de La Selva Sonora se dieron cuenta del peligro y decidieron actuar rápidamente.

"¡Debemos unir fuerzas y luchar contra estos cazadores! ¡No permitiremos que lastimen a nuestros amigos!"- gritó el león liderando al grupo. Con valentía y astucia, lograron tenderles una trampa a los cazadores y liberar a los animales capturados.

La noticia sobre su heroico rescate se extendió por toda la selva y pronto se convirtieron en leyendas vivientes. A partir de ese momento, La Selva Sonora no solo era conocida por su talento musical sino también por su coraje y espíritu solidario.

Se convirtieron en ejemplo para todos los habitantes de la selva, demostrando que cuando trabajamos juntos podemos lograr grandes cosas. Y así continuaron llenando la selva con melodías hermosas y enseñanzas valiosas para todos aquellos dispuestos a escuchar.

Porque La Selva Sonora sabía que la verdadera armonía nace del respeto mutuo, la colaboración y el amor por lo que hacemos.

FIN.

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