La página mágica del circo
Fede Vigibani era un niño curioso y aventurero que siempre estaba buscando nuevas cosas para descubrir.
Una noche, mientras estaba con sus amigos en su habitación, se encontró navegando por Internet cuando de repente encontró una página web muy intrigante. - ¡Chicos, miren esto! Encontré una página de internet sobre un payaso llamado Luli - exclamó Fede emocionado. Sus amigos se acercaron y miraron la pantalla con curiosidad.
La página mostraba fotos y videos del payaso Luli realizando increíbles trucos de magia y haciendo reír a todos los niños. - ¡Guau! Este payaso parece genial - dijo Pedro, uno de los amigos de Fede.
Sin pensarlo dos veces, Fede hizo clic en el botón para obtener más información sobre el payaso Luli. De repente, la pantalla se iluminó y apareció una imagen gigante del payaso riendo. - ¡Hola chicos! ¿Quieren ser mis ayudantes? - preguntó el payaso Luli desde la pantalla.
Los ojos de Fede brillaron de emoción mientras respondía:- ¡Sí, por supuesto! En ese momento, algo mágico ocurrió: la imagen del payaso Luli salió volando de la pantalla y se materializó frente a ellos.
Era un pequeño pero encantador payasito vestido con colores brillantes y una gran sonrisa en su rostro pintado. - Bienvenidos al mundo mágico del circo, chicos. Mi nombre es Luli y estoy aquí para enseñarles importantes lecciones sobre amistad y valentía - dijo el payasito con entusiasmo.
Fede y sus amigos estaban asombrados por lo que veían. Juntos, comenzaron a vivir increíbles aventuras dentro del mundo mágico del circo de Luli. Aprendieron a hacer malabares, a caminar sobre una cuerda floja y hasta a hacer trucos de magia.
Pero no todo era diversión en el mundo de Luli. Un día, mientras practicaban equilibrio en la cuerda floja, Fede resbaló y cayó al suelo. Se lastimó el brazo y sintió miedo.
- ¡Ayuda! - gritó Fede mientras lágrimas se deslizaban por su rostro. Luli corrió hacia él y le dijo:- Tranquilo, Fede. Recuerda que eres valiente y fuerte. Solo tienes que creer en ti mismo.
Con esas palabras de aliento, Fede se levantó con determinación y volvió a intentarlo. Esta vez logró cruzar la cuerda floja sin problemas.
A medida que pasaba el tiempo, Fede y sus amigos aprendieron muchas lecciones valiosas junto a Luli: la importancia de trabajar en equipo, ser amables con los demás e incluso cómo enfrentar los miedos. Un día, cuando ya habían adquirido todas las habilidades circenses posibles, llegó el momento de despedirse de Luli. - Chicos, ha sido maravilloso tenerlos aquí conmigo - dijo Luli con una sonrisa-.
Ahora es hora de regresar al mundo real. Pero recuerden siempre las lecciones que aprendieron aquí: sean valientes como un verdadero payaso y nunca olviden la importancia del amor y la amistad.
Fede y sus amigos se abrazaron, agradecidos por las increíbles experiencias vividas junto a Luli. Prometieron llevar consigo las lecciones aprendidas y continuar siendo valientes en sus vidas diarias.
Y así, con una sonrisa en el rostro y el corazón lleno de alegría, Fede y sus amigos regresaron al mundo real, llevando siempre consigo la magia del circo y la amistad inquebrantable que habían encontrado junto al payaso Luli.
FIN.