La palta princesa y el dragón



En un reino muy lejano, existía un castillo encantado donde vivía la hermosa Puchaina, una palta princesa. Pero lo que nadie sabía, es que el castillo estaba rodeado por un temible dragón.

Puchaina, a pesar de ser una palta, era valiente y siempre mantenía una sonrisa en su rostro. Un día, el dragón atacó el castillo, haciendo temblar los cimientos y sembrando el miedo entre los habitantes del reino.

Los soldados lucharon con todas sus fuerzas, pero el dragón parecía invencible. Puchaina decidió que era hora de tomar cartas en el asunto. Entonces, con valentía, se acercó al dragón y comenzó a entablar una conversación. "Señor dragón, ¿por qué atacas nuestro castillo?", preguntó la valiente palta.

El dragón, sorprendido por su valentía, decidió detener su ataque y escuchar lo que ella tenía para decir. Puchaina descubrió que el dragón atacaba el castillo porque se sentía solo y abandonado. Entonces, la palta princesa decidió hacer algo al respecto.

Con paciencia y bondad, logró ganarse la amistad del dragón. Juntos, trabajaron para embellecer el castillo, convirtiéndolo en un lugar lleno de vida y color.

Los habitantes del reino, al ver esta inesperada amistad, aprendieron una gran lección: nunca juzgar a alguien por su apariencia, y que la amistad puede surtir efecto donde menos lo esperamos. Desde entonces, el dragón se convirtió en el guardián del castillo, protegiendo a Puchaina y a todos los que la rodeaban.

Y la valiente palta princesa demostró que el poder de la amistad y el diálogo puede cambiar el rumbo de las cosas, incluso en los momentos más difíciles.

Esperamos

que esta historia te haya inspirado a ver más allá de las apariencias y a buscar la amistad en los lugares menos esperados. ¡Recuerda que la valentía y la bondad siempre triunfan!

FIN.

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