La pandilla de la diversión
Había una vez en el bosque encantado un conejo muy travieso llamado Pancho. A Pancho le encantaba saltar y brincar por todos lados, era el animal más ágil de la región.
Un día, mientras jugaba cerca de la casa del señor Gato, accidentalmente botó al gato sobre el perro que descansaba plácidamente bajo un árbol. - ¡Perdón, perdón! - exclamó Pancho preocupado al ver la reacción del gato y del perro.
El gato asustado maulló fuertemente y el perro ladró sin parar, lo que alertó a Doña Araña que tejía su tela cerca de allí. La araña se balanceó rápidamente hacia donde estaban los tres animales y les preguntó qué había sucedido.
- Fue un accidente, Doña Araña. Yo estaba saltando y sin querer boté al señor Gato sobre el perro - explicó Pancho con tristeza.
Doña Araña observó la escena con calma y les dijo a los animales:- En lugar de asustarse y enojarse, deberían aprovechar esta situación para ayudarse mutuamente. Señor Gato, podrías cazar algunos ratones para compartir con el señor Perro. Señor Perro, podrías vigilar el sueño del señor Gato para que descanse tranquilo.
Y tú, Pancho, podrías ayudarme a recolectar seda para tejer una hermosa manta para todos. Los animales se miraron sorprendidos por las palabras de Doña Araña, pero decidieron seguir su consejo.
El gato cazaba ratones durante la noche para compartirlos con el perro, quien a cambio le cuidaba sus siestas diurnas. Mientras tanto, Pancho ayudaba a Doña Araña a recolectar seda todos los días después de jugar en el bosque.
Con el tiempo, los cuatro amigos se volvieron inseparables y formaron un equipo imbatible en el bosque encantado. El gato usaba la manta tejida por Doña Araña para dormir placenteramente junto al perro mientras Pancho vigilaba desde lo alto cualquier peligro que pudiera acecharlos.
Gracias a la colaboración y solidaridad entre ellos, lograron superar cualquier obstáculo que se presentara en su camino. Y así demostraron que trabajando juntos podían lograr grandes cosas y forjar una amistad verdadera e inquebrantable.
Desde ese día en adelante, Pancho aprendió que sus travesuras podían traer consecuencias inesperadas pero también oportunidades maravillosas si sabía cómo manejarlas adecuadamente junto a sus amigos del bosque encantado.
FIN.