La pandilla de la selva



En lo profundo de la selva, vivía un pequeño mono llamado Simón. Simón era muy curioso y aventurero, siempre buscaba explorar nuevos lugares y hacer amigos.

Un día, mientras saltaba de árbol en árbol, escuchó un ruido extraño proveniente del corazón de la selva. Intrigado, Simón decidió seguir el sonido hasta que llegó a un claro donde vio a una hermosa cebra atrapada en una red. Sin pensarlo dos veces, corrió hacia ella para ayudarla.

"¡No te preocupes! ¡Voy a sacarte de aquí!"- exclamó Simón con determinación. Con su agilidad y destreza, el mono trepó por los árboles hasta llegar a la red.

Con mucho cuidado, desató los nudos uno por uno hasta liberar a la cebra. La cebra se presentó como Cecilia y le agradeció a Simón por rescatarla. Juntos decidieron explorar más la selva y así fue como se convirtieron en grandes amigos.

Mientras caminaban entre los árboles altos y densos arbustos, escucharon otro ruido extraño. Esta vez era un elefante llamado Ernesto que había quedado atrapado en un pantano fangoso. Sin dudarlo ni un segundo más, Cecilia y Simón corrieron hacia él para ayudarlo.

"¡Tranquilo Ernesto! ¡Vamos a sacarte de ahí!"- dijo Cecilia con calma pero determinación. Simón trepó alrededor del pantano usando las ramas de los árboles como pasarelas improvisadas mientras Cecilia jalaba con fuerza al elefante.

Juntos, lograron liberar a Ernesto del pantano y se unió a su grupo de amigos. La amistad entre Simón, Cecilia y Ernesto crecía cada día más. Siempre estaban juntos, explorando la selva y ayudándose mutuamente.

Pero un día, mientras jugaban cerca de un río, escucharon un rugido feroz proveniente de la maleza. Era una tigresa llamada Tamara que estaba atrapada en una trampa para cazadores furtivos. Sin pensarlo dos veces, los tres amigos corrieron hacia ella para rescatarla.

"¡No te preocupes Tamara! ¡Vamos a sacarte de ahí!"- exclamó Ernesto con valentía. Simón trepó por los árboles cercanos hasta llegar a la trampa y desató las cuerdas mientras Cecilia empujaba con todas sus fuerzas para liberar a Tamara.

Finalmente, lograron rescatarla y todos celebraron su victoria. Agradecida por haber sido salvada, Tamara se unió al grupo de amigos formando así una pandilla increíblemente diversa pero inseparable.

Desde ese momento en adelante, Simón el mono aventurero, Cecilia la cebra valiente, Ernesto el elefante fuerte y Tamara la tigresa audaz exploraron juntos cada rincón de la selva. Aprendieron unos de otros sobre sus habilidades únicas y siempre estuvieron allí para protegerse mutuamente del peligro.

Juntos demostraron que sin importar nuestras diferencias o lo peligrosos que sean los desafíos que enfrentamos, la amistad y el trabajo en equipo son las claves para superar cualquier obstáculo. Y así, esta pandilla de amigos vivió felices y aventuras emocionantes en la selva para siempre. Fin.

FIN.

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