La pandilla del Jardín Cascanueces
En la sala verde del Jardín Cascanueces, había un grupo de niños muy traviesos y curiosos que siempre estaban en busca de nuevas aventuras.
Entre ellos se encontraba Lola, una niña risueña y creativa, Martín, un pequeño deportista lleno de energía, Sofía, una amante de los idiomas, y Tomás, un aficionado a la música. Un día soleado, la maestra Clara les dijo: "Hoy vamos a tener educación física con la profe Soraya".
Los niños saltaron de emoción y corrieron hacia el patio. Soraya les propuso jugar al fútbol en equipos. El partido estuvo reñido, pero al final todos se divirtieron mucho y aprendieron sobre trabajo en equipo y compañerismo.
Luego llegó el momento de la clase de inglés con la profesora Mely. "Hello kids! Today we are going to learn new words about animals," dijo Mely con entusiasmo. Los niños prestaron atención y repitieron las palabras en inglés después de ella.
Martín imitaba los sonidos de los animales mientras Sofía los nombraba en inglés. Después de tanto aprendizaje, Walter propuso escuchar música para relajarse un poco. Se acercaron al rincón musical donde había instrumentos pequeños y comenzaron a experimentar con los sonidos.
Tomás tocaba el tambor mientras Lola cantaba alegremente. Mientras tanto, Martín y Sofía construían una torre alta con bloques coloridos. Trabajaban juntos para que no se cayera mientras Tomás seguía marcando el ritmo con su tambor.
De repente, alguien golpeó la puerta anunciando que era hora de ir a jugar con las computadoras en el laboratorio. Los ojos de los niños brillaron emocionados ante la idea de explorar nuevos juegos educativos.
Al entrar al laboratorio, se encontraron con pantallas brillantes llenas de colores y desafíos por descubrir. Cada uno eligió su juego favorito y comenzaron a jugar juntos, ayudándose mutuamente cuando alguno tenía dificultades.
"¡Qué divertido es aprender cosas nuevas todos los días!", exclamó Sofía emocionada. "Sí, me encanta descubrir nuevas palabras en inglés", agregó Martín. "Y yo disfruto mucho jugando al fútbol con mis amigos", dijo Lola sonriente. "La música siempre alegra mi día", expresó Tomás felizmente.
Así terminó un día más en la sala verde del Jardín Cascanueces, donde cada niño pudo explorar sus intereses y habilidades mientras compartían momentos inolvidables juntos. La magia del aprendizaje se mezclaba con risas y juegos en un ambiente lleno de amor y amistad.
Y así seguían creciendo felices e inspirados por todo lo que podían lograr juntos.
FIN.