La Pasión de Carolina



Carolina era una niña muy inteligente y creativa. Le encantaba dibujar y crear historias en su mente, pero tenía un problema: le costaba mucho trabajo hablar con fluidez.

A menudo se quedaba atascada en las palabras y tartamudeaba, lo que la hacía sentir insegura e incómoda. Un día, mientras estaba sentada en el parque dibujando, escuchó a unos niños jugando cerca de ella.

Se acercó para ver qué estaban haciendo y se encontró con un grupo de chicos y chicas que practicaban teatro. La obra que estaban ensayando parecía muy interesante, así que Carolina decidió quedarse a verla. - Hola -dijo uno de los actores al notar la presencia de Carolina-.

¿Te gusta el teatro? -Sí -respondió Carolina tímidamente. - ¿Por qué no te unes a nosotros? Estamos buscando más actores para nuestra obra.

Carolina sintió mariposas en el estómago ante la idea de actuar frente a otras personas, pero también sintió una emoción indescriptible al pensar en ser parte del mundo del teatro. - Me encantaría -dijo finalmente. Durante las siguientes semanas, Carolina asistió a los ensayos todos los días después de la escuela.

Al principio fue difícil para ella hablar sus líneas sin trabarse o tartamudear, pero poco a poco fue ganando confianza gracias al apoyo del resto del grupo.

Practicaron juntos hasta altas horas de la noche e incluso hicieron algunos cambios creativos en el guion original para hacerlo más divertido e interesante. Finalmente llegó el gran día de la presentación. Carolina se sentía nerviosa pero emocionada al mismo tiempo. Cuando salió al escenario, sintió que el mundo entero estaba mirándola.

Pero en lugar de tartamudear o quedarse atascada en las palabras, habló con fluidez y seguridad, como si hubiera estado actuando toda su vida. El público reaccionó con aplausos y vítores mientras ella sonreía de oreja a oreja.

Después de la presentación, muchos de los chicos del grupo se acercaron a Carolina para felicitarla por su gran desempeño. - Nunca hubiera sabido que tenías problemas para hablar -dijo uno de ellos-. ¡Eres una actriz increíble! Carolina se sintió maravillada ante las palabras de sus compañeros.

Se dio cuenta de que su defecto no la había detenido ni la iba a detener nunca. Había encontrado algo que amaba hacer y había trabajado duro para lograrlo.

Desde ese día en adelante, Carolina siguió practicando teatro y participando en otras obras escolares. Aprendió que cuando tienes una pasión verdadera y trabajas duro por ella, nada puede detenerte.

Y aunque todavía tenía dificultades para hablar con fluidez a veces, sabía que eso no definía quien era como persona ni lo limitaría en sus sueños futuros.

FIN.

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