La patita valiente y su reino de igualdad
Había una vez, en un hermoso bosque de la Patagonia Argentina, una patita llamada Margarita. Desde que era muy pequeña, soñaba con convertirse en reina del bosque.
Todos los animales la admiraban por su belleza y gracia al caminar. Sin embargo, cada vez que Margarita intentaba participar en las competencias para ser reina, siempre quedaba en último lugar.
Los demás animales se burlaban de ella y decían: "¡Margarita no puede ser reina! ¡Es solo una patita!"Margarita se sentía triste y desanimada. Pensaba que nunca podría cumplir su sueño de ser reina. Un día, mientras caminaba por el bosque llorando, escuchó un rugido fuerte y poderoso.
Asustada pero curiosa, siguió el sonido hasta llegar a un claro donde encontró a un imponente león llamado Leopoldo. Leopoldo era conocido como el rey del bosque y todos los animales lo respetaban.
Al ver a Margarita tan triste, Leopoldo se acercó con cuidado y le preguntó qué le pasaba. Entre sollozos, Margarita le contó sobre su sueño de ser reina y cómo todos se burlaban de ella. Leopoldo escuchó atentamente y luego dijo: "Margarita, no necesitas una corona para ser especial o importante.
Todos tenemos talentos únicos que nos hacen valiosos". La patita miró al león sorprendida por sus palabras. Leopoldo continuó: "Si quieres puedo enseñarte todo lo que sé sobre liderazgo.
Juntos, podemos demostrarles a todos que no importa el tamaño o la apariencia, sino lo que llevamos dentro". Margarita aceptó emocionada y durante semanas, Leopoldo le enseñó todo sobre ser un líder justo y valiente. Margarita aprendió a tomar decisiones sabias, escuchar a los demás y resolver conflictos pacíficamente.
Un día, se anunció una nueva competencia para elegir al rey o reina del bosque. Esta vez, Margarita decidió participar con el apoyo de Leopoldo. Los animales se burlaron nuevamente al verla en la lista de concursantes.
Pero cuando llegó el día de la competencia, algo inesperado sucedió: Margarita impresionó a todos con su liderazgo y habilidades. Demostró ser amable con los más pequeños, ayudaba a los más débiles y tomaba decisiones justas.
Al final del evento, todos los animales votaron por ella como la nueva reina del bosque. Margarita estaba llena de felicidad pero recordaba siempre las palabras de Leopoldo: "No necesitas una corona para ser especial".
Desde ese día, Margarita gobernó el bosque junto a Leopoldo como sus consejeros más confiables. Juntos trabajaron para crear un ambiente armonioso donde todos los animales fueran valorados por sus talentos individuales.
Y así fue como la patita que quería ser reina y no pudo encontró su verdadero propósito gracias a su amistad con el león. Aprendieron que la verdadera grandeza está en cómo tratamos a los demás y cómo usamos nuestros talentos para hacer del mundo un lugar mejor.
FIN.