La paz de los Números Enteros


Había una vez un mundo mágico donde vivían los números. Los números positivos eran alegres y optimistas, mientras que los números negativos eran un poco gruñones y pesimistas.

Un día, los números positivos decidieron que los números negativos no deberían existir, lo que provocó una gran guerra entre ellos. Las batallas se libraron en el campo de los números, sumando y restando sin parar.

Pero justo cuando parecía que la guerra nunca terminaría, el número cero, un pacífico y sabio número, decidió intervenir. - ¡Alto! ¡Basta de pelear! - gritó el número cero enérgicamente. Los números positivos y los números negativos se detuvieron sorprendidos.

- ¿Quién eres tú para decirnos qué hacer? - preguntó el número positivo más valiente. - Soy el número cero, y estoy aquí para proponer una idea.

En lugar de seguir peleando, ¿por qué no creamos un nuevo lugar donde todos podamos estar juntos en armonía? Los números positivos y negativos se miraron entre sí con desconfianza, pero el número cero les explicó su plan con tanta calma y convicción que ambos bandos decidieron escucharlo.

El número cero les propuso establecer un nuevo hogar, la comunidad de los números enteros, donde no importaría si eran positivos o negativos, todos serían bienvenidos. Los números positivos y negativos dudaron al principio, pero finalmente aceptaron la propuesta del número cero.

Así, juntos construyeron un nuevo mundo donde todos los números vivirían en armonía, respetándose y colaborando unos con otros. A medida que pasaba el tiempo, los números positivos aprendieron a no ser tan egoístas, y los números negativos descubrieron que también tenían mucho valor.

Y el número cero se convirtió en el símbolo de la paz y la unidad entre todos los números. Desde entonces, en el mundo de los números enteros, reinó la alegría, la amistad y la colaboración.

Y cada vez que algún número olvidaba cómo comportarse, el número cero estaba allí para recordarles que juntos eran más fuertes. Y así, la paz y la armonía reinaron para siempre en el mundo de los números enteros.

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