La pelota de Cabrita y el mono travieso
Había una vez en un hermoso valle, una linda cabrita llamada Pipi que le encantaba jugar con su pelota roja. Un día, mientras saltaba y rebotaba con su pelota, se encontró con un mono travieso llamado Tito, que quería pinchar su pelota con una ramita.
Cabrita, al ver al travieso mono acercarse a su pelota, le dijo con firmeza: "¡Hey, Tito! ¿Qué crees que estás haciendo? No tienes derecho a dañar mi pelota."
El mono Tito, con una sonrisa juguetona, respondió: "¡Ja, ja, ja! ¿Qué vas a hacer, cabrita? Tu pelota es mía ahora."
Sin perder la calma, Cabrita decidió hablar con el mono de manera amable: "Tito, entiendo que quieras jugar, pero no es correcto tomar lo que no es tuyo. Podemos divertirnos juntos si buscas tu propia pelota o jugamos con la mía, sin dañarla."
El mono, al escuchar las palabras de Cabrita, pensó por un momento y finalmente accedió. Juntos empezaron a jugar a pasarse la pelota y a reírse. A medida que compartían risas y alegría, la amistad entre Cabrita y Tito creció y se fortaleció.
Desde ese día, Cabrita y Tito se convirtieron en los mejores amigos del valle. Aprendieron que la amistad, la comprensión y el respeto mutuo son fundamentales en todas las relaciones. Y la pelota roja se convirtió en el símbolo de su amistad y de cómo, incluso en los momentos difíciles, es posible encontrar soluciones pacíficas y positivas.
Y así, Cabrita y Tito continuaron jugando y compartiendo aventuras, demostrando que la amistad puede superar cualquier desafío.
FIN.