La Pelota de Raquel


Raquel estaba emocionada porque pronto cumpliría 2 años. Ella sabía que en su cumpleaños, tendría la oportunidad de pedir tres deseos.

Pero, había un problema: Raquel tenía dos hermanas mayores, Rebeca y Sophie, y a veces no le gustaba compartir con ellas. Un día, mientras las tres hermanas jugaban juntas en el parque, Raquel encontró una pelota nueva y brillante. Inmediatamente quiso jugar con ella sola y se alejó de sus hermanas.

"¡Hey! ¿Por qué te vas así?" preguntó Rebeca. "Esta es mi pelota", respondió Raquel con firmeza. Sophie intervino: "Pero Raquel, si compartes la pelota con nosotras, podríamos jugar juntas".

Raquel pensó por un momento y decidió darles a sus hermanas la oportunidad de jugar también. Jugaron juntas durante horas y se divirtieron mucho. Esa noche antes de dormir, Raquel recordaba lo divertido que fue jugar con sus hermanas hoy.

Se dio cuenta de que compartir era más divertido que tener todo para sí misma.

Al día siguiente en el parque nuevamente encontraron una pelota nueva pero esta vez cuando Raquel la agarró dijo:"Chicas quiero que este sea uno de mis deseos para mi cumpleaños"Rebeca sonrió: "Oh eso es muy lindo pero ¿no quieres compartirlo?"Sophie agregó: "Sí, podemos turnarnos para tenerla cada uno por un tiempo. "Raquel pensó sobre esto y finalmente asintió con la cabeza. Decidió usar su primer deseo para pedir algo diferente e inesperado.

Cuando llegó su cumpleaños, Raquel estaba emocionada de tener la oportunidad de pedir sus tres deseos. Pero en lugar de pedir cosas para sí misma, decidió usar sus deseos para hacer felices a sus hermanas y enseñarles sobre compartir.

Su primer deseo fue concederle a Rebeca un día entero haciendo lo que ella quisiera. Su segundo deseo fue concederle a Sophie el mismo regalo. Y con su tercer y último deseo, pidió una pelota nueva para las tres juntas.

Desde entonces, las hermanas compartieron todo lo que tenían y se divirtieron mucho más juntas. Raquel aprendió la importancia de compartir y cómo puede hacer feliz a los demás al hacerlo.

Y así, vivieron felices para siempre compartiendo todo lo que tenían entre ellas.

Dirección del Cuentito copiada!