La pelota perdida



Había una vez un nene llamado Junior que siempre tiraba sus juguetes en el jardín de su casa. Su mamá le había dicho muchas veces que no lo hiciera, pero él siempre desobedecía.

Un día, mientras Junior estaba jugando con su pelota, accidentalmente la lanzó muy lejos y cayó dentro del jardín vecino.

Él sabía que no debía entrar ahí sin permiso, así que decidió esperar a que sus vecinos llegaran a casa para pedirles disculpas y recuperar su pelota. Cuando los vecinos llegaron, Junior fue hacia ellos y les explicó lo ocurrido. Ellos fueron muy amables y le devolvieron la pelota sin problemas.

Pero lo más sorprendente fue cuando uno de los vecinos le preguntó a Junior por qué siempre tiraba sus juguetes en el jardín de su propia casa.

Junior se sintió un poco avergonzado por su comportamiento, pero decidió contarle la verdad: "Me gusta jugar con mis juguetes afuera, pero nunca pensé en las consecuencias de tirarlos fuera de mi área de juego". El vecino asintió comprensivo y le dijo a Junior algo que él nunca olvidaría: "Recuerda que tus acciones tienen consecuencias. Pueden afectarte a ti mismo o a otros.

Si quieres seguir disfrutando tus juegos al aire libre, asegúrate de hacerlo responsablemente". Desde ese día en adelante, Junior aprendió la importancia de ser responsable con sus cosas y respetar las propiedades de los demás.

Ya no arrojaba sus juguetes por toda la casa ni fuera del área designada para jugar.

Incluso se dio cuenta de que podía ser divertido y creativo al jugar dentro del área designada, construyendo fuertes con mantas y cojines o inventando nuevos juegos con sus amigos. Junior aprendió una gran lección gracias a su experiencia en el jardín vecino. Aprendió a ser responsable y respetuoso, lo que lo ayudó a convertirse en un niño más feliz y maduro.

FIN.

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