La pelota verde de la selva


En la selva, todos los animales vivían en armonía. Los monos saltaban de árbol en árbol, las jirafas comían hojas altas y las cebras corrían por el pasto. Pero un día, algo extraño sucedió.

- ¡Miren! - exclamó el león - ¡Hay una pelota aquí! - ¿Una pelota? - preguntó la cebra curiosa- Sí, una pelota grande y verde - respondió el león mientras la tomaba con su boca.

Los animales se acercaron a verla y empezaron a jugar con ella. La lanzaban de un lado a otro, se divertían mucho. Pero cuando llegó la noche, ninguno quería dejar la pelota sola. - ¿Qué hacemos ahora? - preguntó la jirafa preocupada.

- Podríamos llevárnosla cada uno por turnos - sugirió el mono astuto. Todos estuvieron de acuerdo y establecieron un horario para compartir la pelota. Pero pronto surgieron problemas. La hiena nunca cumplía su turno, siempre decía que estaba ocupada cazando comida.

El elefante era muy torpe y rompió accidentalmente la pelota al sentarse encima de ella. Y peor aún, algunos animales comenzaron a pelearse por tener más tiempo con ella.

La situación empeoraba cada día hasta que finalmente decidieron hablarlo entre todos:- Debemos encontrar una solución justa para todos - dijo el búfalo sabio.

Después de mucho pensar llegaron a una conclusión: debían crear turnos más cortos para que nadie se sienta excluido o aburrido durante demasiado tiempo sin la pelota, y establecer un lugar específico para guardarla cuando no estuvieran jugando. Desde ese día, los animales aprendieron a trabajar juntos y compartir de manera justa.

Y así, la selva siguió siendo un lugar feliz donde todos podían jugar juntos sin pelearse por una simple pelota.

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