La pequeña ardilla y la gran montaña



Había una vez, en un bosque muy lejano, una pequeña ardilla llamada Chispa. Chispa vivía con su familia en un árbol muy alto. A ella le encantaba jugar, saltar y correr por el bosque.

Un día, Chispa decidió explorar más allá de su bosque. Escaló árboles, atravesó arroyos y saltó de rama en rama, hasta que finalmente llegó a la base de una gran montaña. Chispa quedó maravillada por la imponente montaña y decidió que quería llegar a la cima.

Con valentía y determinación, Chispa emprendió su ascenso. En su camino, se encontró con diferentes desafíos, como ríos que debía cruzar y rocas que escalaba con ingenio y destreza.

A medida que subía, Chispa se sentía más cansada y con miedo, pero nunca dejó de seguir adelante. Finalmente, después de mucho esfuerzo, Chispa alcanzó la cima de la montaña. Desde allí, pudo ver todo el bosque extendido ante sus ojos, con una vista maravillosa y espectacular.

Chispa comprendió que, con esfuerzo y perseverancia, podía lograr cosas increíbles. Con su espíritu aventurero y su valentía, Chispa regresó al bosque, donde contó a todos su emocionante travesía.

Desde entonces, Chispa se convirtió en un ejemplo para los demás animales del bosque, inspirándolos a perseguir sus propios sueños y nunca rendirse ante los desafíos.

FIN.

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